Atenas

El turismo huye del caos en Grecia

Las protestas y la inestabilidad social provocan una caída en las reservas para verano del 15%

El turismo huye del caos en Grecia
El turismo huye del caos en Grecialarazon

MADRID- Cuando casi todos los parámetros económicos se habían hundido en Grecia en 2011, la llegada de turistas al país no sólo resistía la tempestad de la crisis sino que crecía a un ritmo del 9,46% (16,4 millones de visitantes el año pasado y un aumento del 9,5% del volumen de negocios sobre los datos de 2010). Un país en crisis puede ser un destino óptimo para muchos turistas extranjeros, dispuestos a encontrar unas vacaciones más baratas. Ahora bien, si el país en crisis, llámase Grecia, desprende un halo de inestabilidad social, con huelgas generales, contínuas manifestaciones callejeras y brotes de violencia derivados de esta situación –además de una criminalidad en aumento–, las formidables cifras de llegada de turistas del pasado se frenan. Algo así pasó con los países de la Primavera Árabe el año pasado y también le está sucediendo a Grecia en lo que llevamos de 2012. Los choques violentos entre policías y manifestantes en el centro de Atenas son letales para la imagen del país en el extranjero y dañan especialmente al turismo, uno de los pilares de la economía, que aporta el 15,7% de los ingresos del país.

Según los datos de la Asociación de Empresas Turísticas Griegas, las reservas anticipadas para la temporada de verano han caído un 15% con respecto a 2011. En Francia, el descenso ha sido del 30% y en Holanda y Austria, del 15%. «Tras las elecciones legislativas del 6 de mayo, registramos un descenso de las reservas del 50%. ¿La causa? La inestabilidad política», explicó a la agencia Afp George Drakopulos, director de la principal asociación de profesionales del sector, Sete.

El país ha vivido dos huelgas generales este año y otras muchas por sectores y regiones. La violencia social estalló en mayo de 2010 como respuesta a los duros ajustes exigidos por el Gobierno heleno y por Bruselas y este año ha alcanzado su temperatura máxima con constantes manifestaciones en la emblemática plaza Syntagma, frente al Parlamento.

Todo ello parece haber perjudicado a la ya de por sí maltrecha economía griega. La percepción de incertidumbre, la rabia y el caos que han transmitido los medios de todo el mundo ante cada nueva manifestación en las calles de Atenas hundían un poco más la imagen de país estable y destino turístico. Según los datos del sector, si continúa la caída de visitantes extranjeros, Grecia dejaría de recibir 1,5 millones de turistas y se podrían poner en peligro 100.000 empleos de verano. Otra mala noticia para un país que lleva dos años al borde del abismo.