Colombia
Carta del cooperante: aprender a ser madre en Colombia
Después de cinco años trabajando en la maternidad del Hospital San Francisco de Asís, la organización médico-humanitaria Médicos Sin Fronteras (MSF) culmina sus actividades en Quibdó, en el departamento Chocó. La mejora de la calidad de la atención brindada a las mujeres y a los recién nacidos y la reducción del número de muertes en la maternidad son los principales logros alcanzados. Hoy nos escribe desde Colombia una de las enfermeras del hospital. [Vea aquí la fotogalería con audio]
Me llamo Melania Raga y soy la enfermera encargada de la maternidad en el hospital San Francisco de Asís de la ciudad de Quibdó, donde trabajo desde hace más de 10 años. Quibdó es la capital de Chocó, el departamento más pobre de Colombia y el Hospital San Francisco de Asís es el único hospital público con un servicio de maternidad de segundo nivel en toda la región. Para que os hagáis una idea de su importancia, os diré que debe cubrir una población de 235.000 mujeres en edad fértil que viven en una área geográfica de 46.530 km2.
Aquí las enfermeras hacemos la ronda médica, nos ocupamos de las curaciones a las mamás, nos encargamos del baño de los recién nacidos, les curamos el ombliguitos y les explicamos a ellas cómo alimentar a sus bebés. También insistimos mucho en la importancia de la lactancia materna, les recordamos que deben ir al medico a los 8 días y les decimos cómo deben hacer para curar ellas mismas el ombliguito de sus bebés... como podréis ver, todo el trabajo está relacionado con el cuidado del nene y también con el cuidado de la mamá. Yo trabajo aquí hace más o menos 10 años y para mí, sin duda, el cambio más importante es que las mamás ya no se nos mueren. En años como 2004 tuvimos 14 muertes maternas, y en cambio en 2009 no tuvimos ni una sola. Antes las mamás se nos morían sobre todo porque no teníamos con qué atenderlas.... pero ahora sí que tenemos medios. No había médicos suficientes, no había enfermeras, no había equipos, no había medicamentos... ¡estábamos en una situación muy precaria! Hasta el año 2005 no teníamos ecógrafo, ni sillas de ruedas... es más, había sectores en la maternidad que eran puras goteras y muchas camas no eran habitables. Cuando llegó Médicos Sin Fronteras al hospital lo primero que hizo fue arreglar esas goteras y habilitarnos 30 camas... y a día de hoy ya tenemos 58 camas en toda la maternidad, así que esto ya es otra cosa. ¡No os imagináis qué cambio! Las capacitaciones que tuvimos también fueron un factor importante para lograr ese cambio. Por ejemplo, MSF nos formó a todas las enfermeras y las auxiliares en el manejo del código rojo, o lo que es lo mismo, en el manejo de la hemorragia, sobre todo la hemorragia post-parto. La mayoría de las muertes que teníamos eran en las dos horas posteriores al parto. Terminaba el parto, se le hacia la limpieza a la mamá y directamente se pasaba a la hospitalización. Era una sala grande y una auxiliar tenía entre siete y diez pacientes al mismo tiempo... así que, mientras uno atendía a un paciente, se descuidaba un poco a la mamá. Cuando volvías a ver cómo estaba, la mamá ya había entrado en shock, con lo que a veces ya no podíamos hacer nada.... Viendo lo que nos pasaba, Médicos Sin Fronteras nos trajo entonces a un medico muy bueno de la Universidad de Antioquia que nos dijo: "¡van a aprender a saber cuando la mamá se les está complicando!Cuando Médicos Sin Fronteras llegó, a su personal también le tocó hacer la mayoría de las cosas que hacíamos aquí las enfermeras y las auxiliares.... Ahora, es verdad que cada persona se dedica a lo que verdaderamente le corresponde: el médico sabe qué es lo que tiene que hacer, la enfermera sabe cuáles son sus responsabilidades, la auxiliar también responde a sus tareas... pero antes las enfermeras hacían el trabajo de los médicos porque cuando los doctores acababan su turno se iban y no había nadie para reemplazarles.
En cambio ahora, cuando hay trabajo, acá no se va nadie. Todos estamos entregados y eso ha sido gracias a la constancia de los Médicos Sin Fronteras que han venido a Chocó. Tendríais que ver la instalaciones tan espectaculares que tenemos y la sala de parto tan bonita... ¡estamos fascinados con ella!Hoy contamos además con un kit médico para atender a las mujeres victimas de violencia sexual y cualquier mujer puede venir, a la hora que sea, preguntando por la enfermera jefe que esté en ese turno. La mujer le explica a la enfermera lo que ha ocurrido, se llama al médico, se le hacen análisis de laboratorio, y si el hecho aún no ha sido denunciado y la mujer quiere, hacemos el contacto con las autoridades encargadas. También hacemos asistencia medica básica. Hace tiempo que Médicos Sin Fronteras la implementó. Antes tampoco hacíamos planificación familiar y ahora tenemos la posibilidad de ofrecérsela a las mujeres. Esto para nosotras es un cambio de aquí al cielo. Las mamás están contentas y el personal está contento. Sobre todo estamos agradecidos a Médicos Sin Fronteras. La gente antes no sabía si venía al hospital para curarse o para morir, pero los cambios en la maternidad tuvieron un impacto en la comunidad en general, no sólo en la comunidad hospitalaria. Tenemos que lograr mantener lo que nos dejaron, conservarlo y mejorarlo aún más para que cuando pasen los años no miremos hacia atrás y nos preguntemos qué hicimos.Aprendimos viendo lo que otras personas hacían, aprendimos de lo que nos enseñó la gente de Médicos Sin Fronteras que venían de otras partes del mundo y que no tenían nada que ver con Chocó, pero que sin embargo han estado aquí muchos años trabajando para las mujeres de nuestro departamento. Esta maternidad es mi vida y mi familia... ¡la quiero mucho! ¡Vamos a demostrar que aprendimos todo lo que nos mostraron y vamos a seguir haciendo un buen trabajo!
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