Libros

Barcelona

Valentí Puig: «Está claro que en la Guerra Civil perdieron todos»

El escritor y periodista regresa a la narrativo con «Barcelona cau» novela de vidas al límite

Valentí Puig: «Está claro que en la Guerra Civil perdieron todos»
Valentí Puig: «Está claro que en la Guerra Civil perdieron todos»larazon

BARCELONA- Valentí Puig regresa a la narrativa con «Barcelona cau» (Proa), una historia en la que nos sumerge en los últimos días de la Guerra Civil en la capital catalana. El periodista y escritor nunca ha ocultado su fascinación por una etapa como la de los años republicanos y los de la posguerra, en los que brilla su admirado Pla. Incluso asegura que el protagonista de esta historia de vidas al límite podría salir en cualquiera de sus anteriores libros.

– ¿Cómo surge la historia de «Barcelona cau»?
–Tenía pensada una historia de un hombre indiferente y lo imaginaba en medio de un conflicto bélico. Vi que el mejor paisaje era la Barcelona de los últimos días de aquel momento, la de los últimos días de la Guerra Civil. Y es que la Guerra Civil la hace una gran masa de gente, es como un laberinto que todavía no está esclarecido.

– No hace distinciones entre buenos y malos en el libro, todos los personajes van al límite.
– La Guerra Civil se juzga entre lo bueno y lo malo, pero pierden todos. Por ejemplo, Mallorca, desde el primer momento, estuvo controlada por los sublevados. Mi padre era republicano y le fue de un pelo que no fuera a prisión o que lo mataran.

– ¿Es una obra sobre la supervivencia? ¿Sobre vidas al límite?
– La gente tiene una vitalidad increíble. Nadie cree que morirá hasta que lo entierran. Mucha gente que salió a la Diagonal para recibir a las tropas de Franco, lo hace porque la guerra ha acabado, piensan que habrá comida, no habrá más patrullas. Ocurre algo parecido con los que se marcharon sin saber si algún día podrían volver. Es decir, la vitalidad de la buena gente es enorme y son los lazos elementales los que lo aguantan todo.

– ¿Se ha inspirado en alguien para crear al protagonista de su novela?
– Me he inspirado en los bajos instintos para crear a Víctor. La gente normal si no encuentra habichuelas para comer, espabila en un momento como ese.

– ¿Por qué Barcelona como escenario?
– En los años 30, Barcelona era una ciudad en la que se jugaba mucho. Se mezclaba todo. Era un tiempo de descomposición porque la burguesía catalana de iniciativa empresarial mantenía la Lliga y luego, entre hacer la guerra con Franco y el exilio, no volvieron a levantar cabeza. Había también una alegría de vivir, con lugares como el Ateneu donde iban Pla o Sagarra, para pasar a ser tras la guerra un lugar donde iban los ricos.

– En la novela habla de conspiraciones de todo tipo, como los intentos para asesinar a Negrín. ¿Todo es real?
– Todo está documentado, como lo que me pregunta de Negrín, un personaje que se equivocó en muchas cosas pero con una gran fuerza trágica. Por ejemplo, hay una escena de un diputado orinando tras un pleno, algo que saqué de las memorias de Azaña. He buscado mucha documentación en la Prensa de la época, como en «La Publicitat» para lo relacionado con Barcelona.