Sevilla

Rivas y Mellet pidieron la comisión a los empresarios «de común acuerdo»

El escrito de acusación también reclama 21 meses de suspensión para cargo público a ambos, Ponce y Pereira.

Antonio Rivas estrecha la mano de José Antonio Viera en una reunión de la Ejecutiva del PSOE
Antonio Rivas estrecha la mano de José Antonio Viera en una reunión de la Ejecutiva del PSOElarazon

SEVILLA- La Fiscalía considera probado que el exdelegado de Empleo Antonio Rivas y el ex director gerente de Mercasevilla Fernando Mellet exigieron a los empresarios de La Raza una comisión de 300.000 euros –«de común acuerdo, con el fin de obtener un lucro ilícito»– a cambio de que la Junta de Andalucía les concediera una subvención. Así lo refleja en su escrito definitivo de acusación, al que ha tenido acceso LA RAZÓN de Sevilla, en el que solicita para ambos una multa de 900.000 euros y una pena de suspensión de empleo o cargo público durante 21 meses.
Esta solicitud de condena es extensible al ex director adjunto Daniel Ponce y la entonces coordinadora de proyectos de la Fundación Mercasevilla María Regla Pereira, por considerar que éstos «aceptaron colaborar con los otros acusados». El fiscal entiende que los hechos denunciados constituyen «un delito de cohecho del artículo 425.1 del Código Penal vigente al tiempo de cometerse el hecho por ser más favorable para los acusados que la redacción vigente en la actualidad».
La Fiscalía, en su relato de los hechos, señala que Mellet y los empresarios de La Raza, Pedro Sánchez Cuerda y José Ignacio de Rojas, mantuvieron varias reuniones desde 2007, «en varias de las cuales intervino el también acusado Antonio Rivas en su calidad de delegado provincial de Empleo en Sevilla». Posteriormente, el ex director gerente de Mercasevilla solicitó una subvención al Servicio Andaluz de Empleo el 1 de agosto de 2008, tramitada por el procedimiento de subvención excepcional, y concedida por el importe de 900.000 euros.
Según el fiscal, «tras conocer Antonio Rivas la concesión de la subvención se puso en contacto con Fernando Mellet, y de común acuerdo, con el fin de obtener un lucro ilícito, decidieron exigir a los responsables del grupo Alazar una comisión o dádiva de al menos 300.000 euros» a cambio de concederles la gestión y explotación de la escuela de hostelería. Tras tener conocimiento de ello, Ponce y Pereira aceptaron colaborar con Mellet y Rivas.
En una primera cita de Ponce con Sánchez Cuerda le exigió 300.000 euros con la excusa de que era «una colaboración voluntaria con la Junta de Andalucía», además de reclamarle que pagara los gastos de la instalación eléctrica de la parcela que acogería el centro, que ascendían a 150.000 euros. En esa conversación estuvo presente Pereira, quien «asintió ante lo manifestado por Daniel Ponce sobre la entrega del dinero, reforzando la petición».
Más tarde, Sánchez Cuerda solicitó mantener otra reunión, a la que también acudieron Mellet y De Rojas, y que fue grabada sin conocimiento de los acusados. En ella, volvieron a reclamar la comisión asegurando que no era para ellos sino para «colaboración con la Junta» y que a cambio recibirían posteriormente más favores como nuevas subvenciones o la concesión de todos los catering que organizaran.
De este modo, la Fiscalía mantiene la acusación de cohecho para Rivas, quien dimitió de su cargo como delegado de Empleo tras ser imputado «para no servir de ariete de la derecha impresentable», aunque mantiene su cargo como miembro del comité director del PSOE andaluz y es defendido desde el partido.


El presunto soborno, en tres pasos
1.- Mellet pacta la subvención
El ex director gerente de Mercasevilla solicita al Servicio Andaluz de Empleo la concesión de una subvención de 900.000 euros para la creación de una escuela de hostelería
2.- Exigen dinero a cambio
Daniel Ponce, con conocimiento de Rivas y Mellet y «con el fin de obtener un lucro ilícito», exige a los empresarios de La Raza una comisión de 300.000 euros para encargarse de la gestión del centro
3.- «Colaboración voluntaria con la Junta»
Mellet y Ponce, en la reunión grabada que dio origen al «caso Mercasevilla», prometen a los empresarios que a cambio del dinero recibirían favores como más subvenciones o la concesión de todos los catering