Cambios climáticos
Geoingeniería por Ramón TAMAMES
Se trata de una nueva rama de I+D, surgida ante los problemas del calentamiento global y el cambio climático; con la finalidad de compensar o superar los efectos de tales disfunciones para la buena marcha del planeta Tierra. Con ese propósito, desde la Fundación Bill y Melinda Gates se ha planteado diseñar sistemas para mitigar, o incluso detener los huracanes; a base de buques que mezclarían el agua caliente de la superficie de los océanos con el frío líquido de sus profundidades. Todo un despropósito.
Pero además del creador de Microsoft, algunos científicos están patentizando su interés por la geoingeniería. Así, el físico y asesor del Gobierno de EE UU. John Holdren, apoya el proyecto de depositar hierro en los fondos marinos. En la idea de que se conseguiría más producción de plancton para atrapar CO2. Otra idea de lo más impactante y de resultados más que inciertos.
Una posibilidad adicional que se ha propuesto es difundir partículas en suspensión en la parte más alta de la atmósfera, para así enfriar el planeta. Idea que surgió del episodio de la erupción del volcán Pinatubo de Filipinas, que arrojó millones de toneladas de CO2 y de azufre a la estratosfera; provocando con su penacho un descenso de la temperatura global de medio grado centígrado. A partir de lo cual James Lovelock intuyó la posibilidad de introducir azufre en los depósitos de combustible de los aviones comerciales, para expulsarlo durante su vuelo. Por mucho que proceda del venerable Lovelock, no parece que sea algo muy adecuado.
El mero sentido común nos advierte que cualquier experimento geoingenieril debe considerarse con máxima cautela; pues podría acarrear consecuencias adversas e irreversibles. La imaginación innovadora está muy bien, pero por favor, no toquen a Gaia; que bastante zaherida se encuentra ya por sus prolíficos pobladores.
✕
Accede a tu cuenta para comentar