Cataluña
La editora que se hizo novelista
Berta Noy debuta en la narrativa con «Llocs que no surten als mapes» «llocs que no surten als mapes»Berta NoyColumna268 páginas, 18,95 euros.
BARCELONA– Berta Noy es la responsable de los éxitos de autores como Federico Moccia. La actual editora ejecutiva de ficción de Espasa también escribe y en su estreno como novelista no le ha podido ir mejor. Con «Llocs que no surten als mapes», libro editado por Columna, ha logrado el Premio Ciutat de Tarragona Pin i Soler y conocerá traducciones en castellano e italiano. En esta obra narra la historia de un amor, el de Clàudia Costello y Eliott Kerr, que, pese a la diferencia de edad –él es 20 años mayor–, aparece y reaparece en las vidas de ambos hasta desembocar en un sorprendente final.
Influencias
¿Su labor como editora ha influido en la redacción de la novela? La autora explica a LA RAZÓN que «siempre había sido una lectora muy literalia. Desde hace 16 años busco novelas que puedan distraer al lector y he leído cosas en este sentido que me han atraído mucho. Indirectamente han moldeado mis gustos y puede que hayan influído en el momento de escribir».
«Llocs que no surten als mapes» está construido alrededor del personaje de Claùdia. Su voz es la que nutre las páginas de esta historia, aunque esté redactada en tercera persona. «Ella surge de la posibilidad de recuperar a un amante del pasado. Necesitaba una subjetividad cercana, muy fuerte y pensé que con la tercera persona sería más fácil. Ella ha sido construida a partir de diferentes amigas mías, trozos de gente cercana», afirma Noy.
El otro gran protagonista de la obra es la música. Eliott era profesor de piano y temas de Queen, Franl Sinatra o Elvis Presley se cuelan como banda sonora de una novela que va acompañada de un disco compacto. «Para mí la música es algo muy personal y era muy fácil implicarme en ella para narrar la historia de Clàudia y Eliott, además de homenajear a a mi padre. He buscado temas que el lector pudiera hacer suyos, que formen parte de nuestro mapa sentimental», apunta la escritora y editora.
Noy admite que todo el proceso que «Llocs que no surten en els mapes» le ha servido un poco más para conocer lo que pueden pensar los autores a los que edita. «Es un ejercicio muy interesante. Piensas que lo tienes todo dominado, pero no es así hasta que lo pruebas. En la edición hay una interacción entre el autor y el editor y, cuando el libro se publica, tienes entrevistas, presentaciones... De repente un día el autor deja de ser el centro. Es muy duro que eso suceda porque la sensación de ser el centro es muy agradable», reconoce. Noy cree que, en el caso del editor, «los autores son materia prima, pero también son trabajo. Para los escritores todo esto es su vida. He tenido la fortuna de que con esta novela me han dejado opinar mucho en el proceso de toda esta cadena».
La autora explica que tiene en la cabeza una nueva historia de la que no quiere avanzar ningún detalle, aunque «tengo el problema de falta de tiempo. Este trabajo es un parar, pero supongo que no podré escribir hasta el verano, aunque robándole horas a la familia».
Latour, de autor a inspiración
Uno de los personajes de la novela se llama José Latur y sus rasgos son muy parecidos a los del escritor cubano de novela negra José Latour (en la imagen), a quien Noy ha querido homenajear. «Es una persona muy entrañable. Conspiré para que lo invitaran a la Semana de Novela Negra de Gijón y pudiera salir de Cuba. Poco después pidió asilo», afirma la autora. Noy se espera a tener su libro en castellano –que aparecerá en Temas de Hoy en enero– «para enviarle un ejemplar y conocer su opinión».
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