Fórmula 1
El Mundial se pone al rojo vivo
Webber ganó, por delante de Alonso y Vettel, con una táctica arriesgada
La temporada 2010 de la Fórmula 1 va camino de convertirse en una de las más reñidas de la historia. Y no sólo porque vaya a mantener la emoción hasta prácticamente el último suspiro, sino por la cantidad de pilotos que optan al título a estas alturas del año. Pase lo que pase, cinco pilotos tienen posibilidades de hacerse con la corona: Webber, Hamilton, Vettel, Button y Alonso. Y visto lo visto la situación no cambiará hasta el mes de noviembre. Ayer Mark Webber dio un «puñetazo» en la mesa y logró una victoria incontestable que tuvo un gran mérito. Por el contrario, su compañero Vettel volvió a fallar y eso no te lo puedes permitir si tu rival es Fernando Alonso, que no desaprovechó el «regalo» del alemán, el cual no termina de sacudirse la presión que supone aspirar al título. Con los McLaren «desaparecidos», la carrera fue un pulso entre los dos Red Bull y el Ferrari de Alonso, porque Massa sigue en su línea, es decir, a medio segundo de su compañero y ganándose a pulso la condición de gregario por más «caretos» y gestos de inconformismo que realice allá por donde va.
Vettel, «de los nervios»
Ayer, cuando el semáforo apagó sus luces, Alonso cumplió con el guión previsto. Arrebató el segundo lugar a Webber y a punto estuvo de alcanzar la primera plaza, aunque esta vez, Vettel no falló. Lo haría más tarde. Una vez pasado lo peor, las posiciones se mantuvieron hasta que una pieza perdida por el coche de Liuzzi en mitad del asfalto provocó el caos.
El coche de seguridad salió a pista para neutralizar la prueba y el lío se formó en boxes. Vettel, Alonso y los demás pudieron pasar por boxes aprovechando esta circunstancia, pero Webber, que estaba por detrás de su compañero, decidió seguir otra estrategia. Cuando la carrera se reanudó, el australiano, con las mismas ruedas blandas durante 40 giros, fue capaz de sacar más de 20 segundos con unos neumáticos que supuestamente no aguantan más de 15 vueltas. Mientras tanto, su compañero Vettel fue sancionado por no respetar la distancia máxima entre coches cuando el «safety car» está en pista y ralentizó la marcha de los que venían por detrás. Esto le costó un «drive through», lo que permitió a Alonso acceder a la segunda plaza a la espera de que Webber pasara por boxes. Pero el australiano se marcó una gesta. Consiguió una distancia razonable y cuando sustituyó sus gomas regresó a pista con la primera plaza asegurada. En el último tercio de la carrera Vettel intentó superar al piloto español pero no fue capaz. En recta marcaban la misma velocidad punta y en otros sectores del circuito era imposible adelantar. Webber ganó y se convierte en líder de la clasificación general.
Por su parte, Pedro de la Rosa se marcó un «carrerón» terminando en la séptima posición, un lugar increíble para el «botijo» que conduce. Sólo un piloto con sus conocimientos puede evolucionar un monoplaza tan ineficaz.
Vuelve el Schumacher más sucio
- El final de carrera quedó marcado por la maniobra que protagonizó Michael Schumacher, que cerró contra el muro de recta a su ex compañero Barrichello. Algo así debería ser castigado con al menos varias pruebas fuera de este deporte. La FIA sólo le sancionó con diez posiciones en parrilla de salida en el próximo Gran Premio.
- ¿Por qué fue sancionado Vettel? Con el coche de seguridad en pista y para evitar los frenazos y una acción denominada «hacer la goma» para defender tu posición a la hora de arrancar, el reglamento obliga a mantener una distancia mínima entre monoplazas. Vettel se alejó demasiado y eso provocó la ralentización del grupo. La FIA le castigó con un «drive through».
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