De la Vega dice que el Gobierno actúa con pulso firme y no en clave electoral

La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, ha subrayado hoy que éste no es el momento de pensar en clave electoral, sino de asumir las responsabilidades ante una situación en la que el Ejecutivo "está a la altura de las circunstancias por ir de frente y con pulso firme".Al término de la reunión del Consejo de Ministros que ha analizado el techo de gasto para 2011, De la Vega se ha referido en rueda de prensa al "decisivo y necesario"decreto ley convalidado ayer en el Congreso con las medidas para reducir el déficit.Unas medidas "extraordinarias"porque así lo exige la situación "extraordinaria"actual, ha incidido la vicepresidenta económica del Gobierno, y ha agradecido el apoyo de los grupos que, con su postura, contribuyeron a la aprobación del plan de ajuste, en alusión a CiU, CC y UPN.Según su análisis, "el Gobierno ha estado y está a la altura de las circunstancias por ir de frente y con pulso firme, por gobernar desde la responsabilidad asumiendo las consecuencias"."Éste no es tiempo de pensar en clave electoral, sino de asumir las responsabilidades, cada uno la que les corresponda", porque la electoral "no es la contienda que ahora libra España, desde luego no es la que libra el Gobierno", ha precisado.De la Vega ha reiterado, en este contexto, que el Ejecutivo está centrado en luchar contra la crisis, incluso aunque "a veces las medidas sean tan dolorosas"como las aprobadas ayer y conlleven pedir un esfuerzo a los ciudadanos.Ha garantizado también que el Gobierno seguirá trabajando por el bienestar y la protección social de la ciudadanía, pensando en el presente y en el futuro de todos mediante el mantenimiento de un compromiso y unas señas de identidad que ahora lo que exigen "en primer lugar es tomar estas decisiones"."La situación que atravesamos es las que exige nuestra responsabilidad y a ella no vamos a renunciar nunca", ha sentenciado.También ha recordado que la situación trasciende las fronteras españolas y que ha obligado a todos los socios europeos a adoptar "medidas de gran calado", cada uno "dentro de sus circunstancias", para reducir el déficit y asegurar la estabilidad económica y monetaria.