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Entre el 92-94% de la población adulta tiene caries
La salud bucodental española está por debajo de la media europea. Así lo corrobora un estudio, cuyos resultados fueron presentados ayer por la Organización Colegial de Dentistas de España. Lo novedoso con respecto a anteriores análisis ha sido la inclusión de datos referentes a la población inmigrante
La encuesta, realizada sobre un total de 2900 personas, incluye un análisis personalizado, y abarca el espectro de edad comprendido entre los cinco y los 74 años de edad.
Según Alfonso Villa Vigil, presidente del Consejo General de Colegios de Dentistas de España, «las caries y las enfermedades periodontales son las dos infecciones más comunes del mundo».
La salud bucodental en España refleja unos datos preocupantes, que empeoran aún más si cabe en la población infantil. Dos de cada seis niños tiene un diente de leche con caries y, a pesar la importancia del tratamiento en la dentición temporal, sólo son tratados uno de cada cuatro. Aproximadamente el 40 por ciento de la población juvenil, con dientes definitivos, tiene un promedio de entre 1,1 y 1,7 dientes con caries. La población infantil extranjera residente en España, y con independencia del nivel social, presentan más infecciones -y menos tratamientos- que los niños españoles. Además, los jóvenes inmigrantes presentan mayor gravedad en las caries, lo que repercute en un tratamiento más complejo y con peor diagnóstico. Los resultados demuestran que los inmigrantes requieren cuatro veces más extracciones y endodoncias que los españoles.
Otros factores de investigación han sido la enfermedad periodontal y la maloclusión -mal alineamiento de los dientes-. Los resultados prueban que entre el 85 y el 94 por ciento de la población española, mayor de 35 años, presenta algún problema relacionado con las encías. Así como que cuatro de cada diez adolescentes españoles presentan maloclusión, la mitad de ellos en forma severa. Uno de cada cuatro adultos jóvenes presenta problemas de articulación temporo-mandibular, lo que para Juan Carlos Llodra Calvo, director de la encuesta y vicesecretario del Consejo, «es muy serio. Los problemas pueden ir desde chasquidos y sonidos leves hasta la necesidad de someterse a una intervención quirúrgica».
Los problemas dentales también afectan a la hora de comer, ya que entre el cinco y el ocho por ciento de la población adulta, presenta dificultades para ingerir alimentos.
Los hábitos en cuanto a higiene bucodental han sido tratados con ahínco. El seis por ciento de los jóvenes y adultos entre los 35 y los 44 años no se cepilla nunca o casi nunca los dientes; el 30 por ciento sólo una vez al día, lo que resulta insuficiente, ya que como mínimo se requieren dos cepillados. En cuanto a los mayores de 65 años, los resultados demuestran que el 20 por ciento no se ha cepillado nunca los dientes. Llodra ha destacado que «somos uno de los países de Europa con menores cifras de venta de cepillos, con 0,9 unidades por persona al año».
Otro de los objetivos del estudio ha sido analizar la evolución de la salud bucodental. Para ello, se han recopilado datos en el periodo comprendido entre 1993 y el 2010. Los resultados reflejan que la cifra de niños con caries, en dientes de leche, se ha mantenido estable en esta franja temporal. Entre 1993 y 2010 se produjo un relevante descenso en el número de jóvenes con caries. A partir del año 2000, las caries en dientes definitivos se encuentran estabilizadas. Juan Carlos Llodra ha añadido que «cuando se alcanzan niveles bajos de caries, a través de políticas generales, es muy difícil reducirlos». El estudio demuestra una mayor concienciación de la población adulta con respecto al problema; ya que, en los mayores de 35 años, el índice de caries ha ido decreciendo paulatinamente, alcanzando la cifra del 36 por ciento de reducción. Los porcentajes en los mayores de 65 años también han descendido, por lo que el número de dientes afectados se ha reducido un 30 por ciento.
Juan Carlos Llodra ha defendido esta mayor concienciación, asegurando que «la población adulta española ha aumentado un 140 por ciento sus tratamientos, lo que demuestra que cada vez vamos más al dentista».
La enfermedad periodontal ha evolucionado positivamente, reduciéndose la periodontitis severa -en el periodo comprendido entre 1993 y 2010- a la mitad.
Para el Consejo, los objetivos para 2020 pasan por mejorar y potenciar los programas de atención dental, sobre todo en la población infantil y juvenil; y así poder prevenir posibles infecciones. Llodra ha destacado la función que deben cumplir los medios de comunicación en la labor de concienciar de la importancia que supone la dentición temporal para la futura salud dental en dientes permanentes. El Consejo también ha insistido en la necesidad de optimizar la educación en materia de higiene bucodental, a través de un correcto cepillado y el uso de seda dental. Los centros escolares deberían esforzarse por impartir programas preventivos.
En España, el número de tratamientos para combatir la caries es inferior al de la Unión Europea, por lo que deberían ofrecerse más ayudas sinérgicas de las Administraciones Públicas. Juan Carlos Llodra ha declarado «estamos encantados de brindar nuestro apoyo a las Administraciones, pero nos gustaría una mayor reciprocidad». También se deben mejorar las medidas de prevención frente a la enfermedad periodontal, mediante un mayor control de la placa bacteriana y la eliminación del sarro. Al mismo tiempo, se ha subrayado la obligatoriedad de acudir, como mínimo, una vez al año al dentista. Tanto la población con discapacidad intelectual, como aquellos grupos de individuos con un bajo nivel adquisitivo, deberían recibir unas mejores prestaciones públicas.
Por último, el Consejo ha insistido en la necesidad de reducir la plétora profesional, ya que existe un número muy elevado de dentistas. Llodra ha calificado de «dramático» la sobreproducción de dentistas en España. Actualmente hay un dentista por cada 1200 personas (pero hay que tener en cuenta que el 44 por ciento no acude a consulta ni una vez al año).
Alfonso Villa ha subrayado que «actualmente hay dentistas sin trabajo; lo que antes no pasaba». La violación de los códigos éticos y la proliferación de la picaresca repercuten en que, a mayor número de dentistas, menor calidad en el tratamiento. El exceso de profesionales también puede traducirse en un problema de sobretratamiento en dientes sanos, con el objetivo de tener trabajo, lo que no debe permitirse bajo ningún concepto; ya que «con la salud no se juega», han subrayado.
Para finalizar, los ponentes han insistido en la calidad que presentan estos estudios en nuestro país, que suponen una inversión de 120000 euros. «España es el país de la Unión Europea con mejores y más actualizados datos en relación a salud bucodental. Sólo nos superan los países nórdicos y Reino Unido, donde los gastos, a diferencia de lo que ocurre en España, son asumidos por el Ministerio de Sanidad» ha destacado Juan Carlos Llodra.
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