Congreso de los Diputados
Zapatero se libra del «pinganillo» en el Senado
Nunca un final fue tan anunciado. Y es que de sobra es conocido que el Senado aprobará hoy, definitivamente, la llegada de las lenguas cooficiales al Pleno. Eso sí, quedará restringido al debate de las mociones.
Atrás quedó el apoyo incondicional de los socialistas a los 34 senadores nacionalistas que el 28 de abril registraban la propuesta en la Cámara Alta o esa, quizá sobrevalorada, «sensibilidad» del Gobierno hacia la pluralidad lingüística, que terminó haciendo aguas. Entonces, una recién nombrada senadora, Leire Pajín, se erigía en paladín de la causa y hacía gala de sus conocimientos de euskera, valenciano y gallego.Por aquel entonces, el presidente de la Generalitat, José Montilla, vivía sus horas más bajas y decidió iniciar una doble campaña en el Senado. Lenguas cooficiales por un lado, renovación del Tribunal Constitucional, por otro. El azar ha querido que Montilla esté hoy en Madrid para ver cómo sale adelante la ampliación del uso de las lenguas cooficiales en el Senado. Eso sí, no podrá ser testigo de la cuadratura del círculo. El PP frenó, de momento, sus aspiraciones con el TC y la renovación ha sido aplazada hasta septiembre.Sea como fuere, y en lo que a lenguas se refiere, poco queda de lo prometido por el PSOE a los nacionalistas aquel 28 de abril. Y es que la imagen del vicepresidente tercero del Gobierno, Manuel Chaves, con el «pinganillo» en la oreja mientras escuchaba a otro andaluz, Montilla, marcó un antes y un después en el proceso. Tanto incomodaron a los socialistas las críticas sobre lo «ridículo» de la escena que aplazaron hasta en cuatro ocasiones la presentación de enmiendas a la propuesta. Y entonces dieron un paso atrás y donde hubo un sí rotundo ahora había un sí con muchos peros. Tanto que la ampliación quedó reducida al debate de las mociones en el hemiciclo y no llegará a la sesión de control al Gobierno. El senador del PP Juan Van-Halen tiene claro que esa jugada no tiene otra razón de ser que «evitar a Zapatero el ridículo de tener que usar ‘‘pinganillo'' en el Senado», como ocurrió con Chaves, aunque los socialistas lo nieguen.Hoy, los 34 senadores nacionalistas darán el visto bueno a las enmiendas del PSOE, ya que, pese a las limitaciones, sigue siendo un avance importante y un cambio sustancial. ¿El resultado? En el primer Pleno de 2011.La cara y la cruz de la ampliación- El uso de las lenguas cooficiales queda limitado a la Comisión General de Comunidades Autónomas y al debate de las mociones en Pleno.- El euskera, catalán, gallego y valenciano no tendrán cabida en la sesión de control al Gobierno ni en las comisiones ordinarias ni en los proyectos de ley.
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