Banco Santander

Pescadillas e inyecciones

La Razón
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Los principales bancos centrales del mundo llevan algunas semanas preparando al mercado para lo que se avecina, que no es otra cosa que un nuevo plan de inyecciones de capital en un sistema económico y financiero que aún está lejos de la recuperación. El parqué, de momento, lo aplaude. El movimiento del Banco de Japón va en ese sentido, y lo cierto es que el sector público se encuentra mucho más cómodo cuando es el privado el que depende de él, especialmente en el aspecto económico. Es una forma de dominio indirecto un poco cruel, pero si la banca, que fue la que más capital recibió del Estado, no presta financiación a empresas y ciudadanos para que consuman, ¿a quién recurrirán?. Es la pescadilla que se muerde la cola, al final siempre es el contribuyente el que paga. Pero cuando pide, la historia cambia.