Ana García Obregón: «Nací humilde y así me moriré»

Pero poco a poco se fue despejando y con los primeros rayos de sol apareció la actriz, bióloga, guionista, y, ahora, también escritora, para protagonizar la XI edición de los premios Arkosol al mejor bronceado. Justo después del baño, se zambulló en unas preguntas con LA RAZÓN.

–¿Está escribiendo su biografía?
–Sí, va fenomenal. He escrito diarios desde que tenía doce años y cuando la editorial Planeta me propuso hacer un libro de recuerdos y anécdotas, me pareció una idea maravillosa. Además, después de 28 años con una cámara delante, me encanta el hecho de poder estar en mi casa, con coleta y en chándal, en vaqueros o desnuda, escribiendo sin nadie alrededor.

–¿Se atreve a rememorar incluso los momentos más difíciles?
–Es complicado porque el tiempo es un filtro que falsea las imágenes a tu antojo. Pero es una manera de bucear en ti mismo.

–Quizá haya sido por irse fuera...
–Estos tres meses en EE UU me hicieron reencontrarme con el placer del anonimato y estoy descubriendo que todo por lo que he luchado en esta vida me sobra. Actualmente soy mucho más feliz, pero de otra forma.

–Ahora que están de moda, ¿qué biopic le gustaría interpretar?
–El que realmente me apetece hacer es el mío, pero me haría falta encontrar a alguien que hiciera de mí cuando era joven.

–Hay quienes sugieren a Elsa Pataky para este papel...
–¡Pero si tiene 35 años! Yo necesito a una de 17. La verdad es que ese proyecto ya está en marcha, aunque hay que ir soltándolo poco a poco. A mí estas cosas siempre me parecen iguales. Nací humilde y así me voy a morir, y me parece increíble que mi vida le interese a alguien, pero es así y yo prefiero interpretarme a mí mi misma a cierta edad.

–¿Ya conoce a los hijos de Miguel Bosé?
–No, pero sé que está muy feliz. Me alegro mucho por él porque va a ser un gran padre.

–¿Se animaría a tener otro hijo?
–Te voy a decir una cosa y te la voy a decir de verdad: cuando ya los tienes crecidos y educados, a una mujer le llega el momento de vivir.

–Madre no hay más que una, así que le daría un buen susto el otro día cuando se cayó sobre unos cristales ¿no?
–Las mujeres tenemos algo que no sé si es genético: cuando tienes un hijo en peligro sacas una fuerza sobrenatural. Álex siempre me lo dice: «Mamá, eres una histérica que te rompes una uña y chillas, pero cuando hay algo gordo ahí estás».

–Y Ana, ¿está indignada?
–Lo que está pasando aquí es horroroso. Vengo de EE UU, que hay una recesión mayor que en nuestro país, y te encuentras a la gente alegre... que debe ser que no se enteran. Pero en España nos han amargado a todos.

–¿Es cierto su duelo de «glamour» con Carmen Lomana?
–¿Rivalidad? Nunca he tenido rivalidad con nadie, con quien la tendría sería con Halle Berry, porque está con Olivier Martinez y porque me encanta como mujer y actriz.

–Y... ¿cómo va el amor?
–Nunca he ido a buscar un hombre, desde el «australopitecus erectus» todos son cazadores. Pero llevo tres años sin pareja y tengo ganas.

La reina de la playa
Siete años separan estas dos imágenes. El tiempo no pasa para Ana, si bien ella reconoce que ya está buscando sustituta para el posado veraniego, aunque nadie lo hace como ella. Incluso está pendiente de que la luz sea la adecuada para los fotógrafos.