Rivalidad vecinal

Ayer se revivió en el terreno deportivo la histórica rivalidad hispanofrancesa. El vallista español Jackson Quiñónez admitió haber estado a punto de golpear al francés Ladji Doucoure tras la semifinal de los 110 metros vallas después de que ambos se enzarzaran en una disputa tras finalizar la carrera. El español fue apartado con la mano de forma repetida durante la carrera por el francés, con quien ya había tenido algún problema en los Europeos de Turín de 2008. El otro enfrentamiento se registró en la final del Europeo de Fútbol Sub-19, jugada precisamente en el país vecino. Ganaron los franceses por 2-1 y acabaron con los 11 jugadores sobre el campo aunque todo el que pudo ver el partido comprobó cómo para frenar a nuestros jugadores, mucho más técnicos, emplearon la misma técnica usada por los holandeses en la final de los mayores: las patadas. No fue ayer un gran día para presumir de su «grandeur».