Elecciones en Francia

Hollande se topa con la Iglesia francesa

La Conferencia Episcopal moviliza a sus fieles contra la ley del matrimonio gay prometida por el presidente

El presidente francés, el socialista François Hollande, prometió en la campaña electoral una ley para que los gays puedan casarse y adoptar
El presidente francés, el socialista François Hollande, prometió en la campaña electoral una ley para que los gays puedan casarse y adoptarlarazon

A una semana de la Asunción de la Virgen, la Iglesia francesa se dispone a movilizar a sus fieles en contra del proyecto de ley que prepara el Gobierno socialista para legalizar los matrimonios homosexuales en 2013. Recuperando la «oración por Francia» instaurada por el rey Luis XIII en 1638 y abandonada tras la Segunda Guerra Mundial, la Conferencia Episcopal gala quiere utilizar la homilía del 15 de agosto para mostrar su rechazo a una de las promesas electorales del presidente François Hollande.

En una misiva enviada a todas las diócesis del Hexágono el 25 de julio, el presidente de la Conferencia Episcopal, el cardenal André Vingt-Trois, explicaba que «dada la situación y los probables proyectos legislativos del Gobierno sobre la familia, considero oportuno dar una señal nacional con motivo del 15 de agosto». Vingt-Trois propone que los católicos recen por los diputados recientemente elegidos «para que su sentido del bien común esté por encima de las demandas especiales». «Los jóvenes y los niños dejen de ser objeto de los deseos y conflictos de los adultos y puedan beneficiarse del amor de un padre y de un madre», reclama.

 El presidente de la Conferencia Episcopal ya tuvo oportunidad de transmitir su parecer al presidente de la República durante un encuentro el 17 de julio, cuando el cardenal explicó a Hollande que «el matrimonio no es una forma de reconocer la autenticidad de los lazos entre dos personas que se aman» sino «una institución social para asegurar la buena educación de los hijos».

En un país donde tanto la derecha como la izquierda enarbolan la laicidad, ha sorprendido esta repentina beligerancia de los obispos, que suelen mantener un bajo perfil político. Desde la oposición, la ex ministra de Familia, la católica Nadine Moreno, reconoció que «evidentemente todos deseamos el amor de un padre y una madre» antes de recordar que «no podemos olvidar que el 85% de la violencia contra los niños se produce en el seno de las familias tradicionales».