Francia

La deuda deja tocado al BCE

La deuda deja tocado al BCE
La deuda deja tocado al BCElarazon

 El frágil equilibrio que ha mantenido hasta el momento la estabilidad en el Banco Central Europeo parece que ha saltado hecho pedazos en la primera crisis económica seria que ha vivido la zona euro desde la creación de la moneda única en enero de 1999.

La decisión del Banco Central Europeo de comprar deuda soberana de España e Italia en el mes de agosto ha sido el detonante de una situación sin precedentes, que se ha cobrado la dimisión del economista jefe de la institución, el alemán, Jürgen Stark. A comienzos de esta misma semana, Stark mostró su discrepancia con la política seguida por el BCE en la gestión de la crisis de deuda soberana desatada durante el pasado mes de agosto, y que llevó a la institución monetaria europea a comprar deuda de España e Italia para frenar los ataques especulativos de los mercados, que llevaron el interés de sus bonos a diez años a niveles desconocidos.

La peor crisis
Ni siquiera en la creación del Banco Central Europeo y en la designación de su primer presidente se han vivido tantas tensiones como las de estos últimos días, a poco más de un mes para que Jean Claude Trichet deje la presidencia en manos del italiano Mario Draghi.
Entonces, Francia y Alemania pugnaron por presidir el BCE, por la importancia que suponía gobernar una institución en el nacimiento de la moneda única europea. Helmut Kohl se llevó el gato al agua e impuso a su hombre, el holandés Wim Duisenberg, una persona de confianza de la primera economía europea, frente a Jean Claude Trichet, el hombre elegido por Chirac para llevar la batuta monetaria de la eurozona.El presidente francés consiguió, eso sí, que Duisenberg «dejara» su cargo a mitad de mandato, cuando el euro ya caminaba en el bolsillo de los ciudadanos europeos.

Controlar los precios
Alemania se ha mostrado contaria a los rescates sin contrapartidas de las economías periféricas, las más sacudidas por la crisis financiera. Stark, defensor de que la actuación del BCE se limite a la estabilidad de los precios, no ha resistido a la intervención en los mercados de la institución con la compra en al menos tres ocasiones de deuda pública española e italiana por importe de 42.000 millones de euros.

En abril, Axel Weber, presidente del Bundesbank (banco central de Alemania) abandonó su cargo, cuando su nombre sonaba para suceder a Trichet tentado por el sector privado (UBS).
Los problemas en el BCE no hacen más que agravar la crisis de la moneda única en unos momentos en que el euroescepticismo se ha adueñado de los ciudadanos de las economías más poderosas. La crisis del BCE no es otra cosa que la eterna desunión política entre quienes comparten la moneda única desde 1999.