Cada niño sujeto de derecho por Consuelo Crespo

Siempre que un niño llega al mundo es un momento de celebración para su familia, para su entorno y para su país. Un niño es una promesa de futuro, pero también es una responsabilidad, no sólo para su familia, sino para todos, para el mundo. Cada niño tiene unos derechos que están recogidos en la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN), aprobada en 1989 por la Asamblea de Naciones Unidas y que es el tratado internacional más ratificado de la historia, pero sus incumplimientos son dolorosos, para los niños, para sus familias, para países enteros y para la humanidad, integrada ahora por 7.000 millones de personas.

La salud, la nutrición, la educación y la protección son derechos recogidos a lo largo del articulado de la CDN. Los hechos insisten en que millones de niños no los ven cumplidos: durante el año 2010, murieron 7,6 millones de niños menores de cinco años por causas evitables como la falta de agua potable, la neumonía o el sarampión; a pesar de que en el mundo hay exceso de alimentos, 2,5 millones sufren desnutrición en el Cuerno de África; 67 millones no pueden ir a la escuela y más de 500 millones sufren alguna forma de abuso, violencia o explotación.

Son cifras, tozudas, que oímos a lo largo del año. Detrás de cada uno de estos números hay un niño con derechos que deben ser cumplidos... y los adultos tenemos la responsabilidad de que se cumplan.

Consuelo Crespo
Presidenta de Unicef en España