Sevilla

De burbujas e imperdibles

El miércoles de Feria acogió una jornada de gran afluencia en el Real, donde volvió a brillar el sol. El PA y la Asociación de la Prensa realizaron aplausos solidarios

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SEVILLA-En Japón se celebra la fiesta del hanami, el cerezo en flor, como un acontecimiento espiritual, su belleza y brevedad constituyen el símbolo de los días más felices de una vida. Sevilla es una ciudad muy religiosa pero, quizás, poco espiritual. Cada acontecimiento señalado se vive como una liturgia: la previa de la previa; la previa propiamente dicha; el «pescaíto»; el «alumbrao»; el clímax de público entre ayer y hoy, buen clima mediante; la Feria de los pueblos, el fin de semana. La fiesta es cada vez menos breve y va perdiendo ese punto. Aquí hay más naranjos que cerezos. Tampoco es un lugar para encontrar la paz, que está a 3.700 metros de altura en Bolivia. «¿Qué has venido a hacer aquí?», preguntan en Pascual Márquez a uno que se queja, como quien pregunta a sus respuestas.
Antes, del Porvenir a La Palmera, los viandantes observan a los obreros trabajando bajo el sol en el homenaje del delegado de Movilidad a Sábato. «El túnel», de Bueno Monreal. El homenaje conlleva dar un rodeo tanto a vehículos como a peatones. El Ayuntamiento, democracia en estado puro. «Jode a todos por igual», resume el abuelo de una niña en el semáforo. Se llama Marta y lleva su nombre agarrado con un imperdible a la toquilla de su traje de gitana. Una toquilla y un vestido igualitos que los de su madre. Una Feria. Cuatro ojos. Dos miradas.
Y la misma crisis. «Con el puño cerrado –decía Indira Gandhi– no se puede intercambiar un apretón de manos». En la Feria esto equivale a que si eres de «la hermandad del puño», chungo. Aquí todos somos tiesos –unos más que otros–, pero «todos pagamos», por más que prolifere «el gañote». Esa especie. (Voz a lo Félix Rodríguez de la Fuente: «Vemos cómo el gañote, ese ser carroñero, se aproxima al baño a la hora del dispendio y a la vuelta pregunta: «¿Pero ya habéis pagado?»). Un clásico venido a más.
Miguel Ariza, profesor de Historia en Secundaria, cruza por Juan Belmonte. Ariza, bético de los que se gastaron los escasos cuartos que pudieran tener en acciones allá por el 92, sin mucho «desenvolvimiento», contaba a sus alumnos que, cuando el Betis ganó la Copa del Rey en el 77, con la Plaza de España repleta, se preguntó «cuándo volverá a verse una manifestación similar». No demasiado después, Andalucía volvió a tomar las calles con banderas verdiblancas para luchar por la autonomía. El miércoles de Feria no es que fuera una manifestación popular –hoy día, hay más gente en las fiestas que en las reivindicaciones, como pasó el 1º de Mayo con la exhibición de enganches–, pero junto a la Caseta del Agua, inspirada en su interior en la Plaza de España, costaba caminar.
De vuelta a Juan Belmonte, en la caseta del PA, donde algo saben de andalucismo y reivindicaciones, Pilar González recibe a Alejandro Rojas Marcos y Julián Álvarez, entre otros. Paco, el hijo de la presidenta de la Plataforma por el Derecho al Descanso, Lola Dávila, sirve rebujito, mientras José Baena, presidente de la CAIS, baila, desatado, con un nudo en la camisa. A las 18:00 – igual que a las 23:00 la Asociación de la Prensa– celebraron un aplauso, en apoyo a la huelga en El Correo de Andalucía, víctima de la explosión de la burbuja económica, con un nudo en la garganta.
Arístides Bermejo cruza elegante por el Real. Cerca, junto a un poste, charla, en «petit comité», Rai Prados, aunque desde antes que creara su blog «Pisadas» (pisadasmyblog.wordpress.com) tiende a distraerse fijándose en el calzado. Unos pasos más allá de Costillares, el aroma a Gofres Belinda y algodón de azúcar desvela que es otro territorio. La Calle del Infierno, repleta de niños. Y de pompas de jabón llenas de sueños, alejadas aún, con la protección de guardar tu nombre con un imperdible, de otro tipo de burbujas que producen insomnio. La Feria demuestra que las burbujas pueden estallar. Los niños, que los sueños son imperdibles.


MÁS APUNTES
Ingresos, arrestos y un caballo
El martes de la Feria se saldó con tres arrestos efectuados por la Policía Nacional, 42 personas trasladadas a centros hospitalarios, 45 casos de intoxicación etílica, siete personas afectadas por lipotimia, 33 conductores sorprendidos al volante con una tasa de alcohol superior a la permitida y un caballo interceptado cuando vagaba suelto por la SE-30.
Basura: más de 132 toneladas
Lipasam retiró 132.430 kilos de residuos del interior del Real, lo que supone un 1,7% más que el mismo día del pasado año. El acumulado aporta 425.100 kilos, un 16,24% más que el mismo periodo de 2010. Han sido retirados igualmente 2.600 litros de aceite vegetal del interior de las casetas y que se está reutilizando para la fabricación de biodiesel. Asimismo, se han levantado 92 expedientes sancionadores por usos indebidos de los contenedores de residuos.


Protesta de los trabajadores de Tussam
Los empleados de Tussam, que han trasladado su protesta de la Plaza Nueva al Prado y al Real, repartieron ayer abanicos con sus reivindicaciones. En la imagen, el edil del PP Francisco Pérez, interesándose por el conflicto laboral. Por su parte, ASC ha propuesto al resto de sindicatos dos jornadas de huelga este mes.