El Baradei se ofrece a liderar un Gobierno de salvación en Egipto

Mohamed El Baradei, ex director de la Organización Internacional de la Energía Atómica (OIEA) y Nobel de la Paz, se ofreció ayer a formar un Gobierno de salvación nacional para salir de la crisis política que atraviesa Egipto, según un comunicado de su equipo de campaña electoral.
Tras reunirse con coaliciones de jóvenes de la revolución, el movimiento juvenil 6 de Abril y otras fuerzas políticas, El Baradei señaló que «si se le pide ese Gobierno oficialmente, él está dispuesto a renunciar a ser candidato presidencial», siempre y cuando tenga totales prerrogativas para administrar la transición democrática. Su participación en ese hipotético Gobierno se conoce el mismo día en que se reunió con el mariscal Husein Tantaui, jefe de la Junta Militar que gobierna Egipto.

Un manifestante muerto
Mientras, en la calle sigue la tensión. A 48 horas de la apertura de los colegios electorales, otro joven moría a manos de la Policía en los alrededores de la plaza Tahrir. El corazón de El Cairo ha estado ocupado durante la última semana por los manifestantes que piden la marcha del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas y ayer extendieron su campamento de protesta hasta la sede del Parlamento y del Consejo de Ministros, situados a tan sólo dos manzanas de la plaza Tahrir. Los revolucionarios se han hecho con el control de esa zona, donde han levantado barricadas y controles de seguridad bajo la vista atenta de los militares. Soldados de las fuerzas especiales hacen guardia en los edificios oficiales, que fueron rodeados con alambre de espino para impedir su asalto, a sólo pocos metros de las tiendas de campaña de los jóvenes que rechazan el nombramiento del nuevo primer ministro, Kamal Al Ganzuri.

George Awad, un hombre de 65 años con un sucio y desgastado traje de chaqueta marrón, explicaba ayer a LA RAZÓN que lleva quince años en el paro por un gran caso de corrupción en el que se vio implicado también Ganzuri y que por ello salió a la calle en cuanto se confirmó su cargo el viernes por la tarde. Un día después, los manifestantes pedían claramente no sólo su dimisión, sino la creación de un Gabinete de «salvación» que sustituya a las Fuerzas Armadas.