Valencia

La segunda generación de empresarios chinos lidera la expansión en Valencia

Son jóvenes nacidos en tierras valencianas que se harán cargo del negocio familiar. En cinco años se hablará de ellos.

Uno de los nuevos locales regentados por ciudadanos chinos
Uno de los nuevos locales regentados por ciudadanos chinoslarazon

El barrio de Russafa se ha quedado pequeño para las pretensiones comerciales de la comunidad china residente en Valencia. Tanto es así que se ha visto obligada a expandirse a zonas menos seguras, empresarialmente hablando. El centro de la capital ha sido el elegido para una expansión que en cinco años cambiará la actual postal de locales tradicionales y franquicias, por establecimientos del sector del textil con cierto aire oriental.

Según el presidente de la Asociación de Comerciantes Chinos en la Comunitat Valenciana, Yuan Di Pastor, las segundas generaciones de empresarios chinos son las que están haciendo posible el cambio. «Se trata de ciudadanos totalmente integrados en la vida social y urbana. Son ya españoles de derecho, que hablan español y valenciano e impulsan otro tipo de empresas más diversificadas».

Los hijos de la primera oleada de chinos que viajaron a Valencia mantendrán el negocio familiar. «El relevo generacional en esta cultura es mucho más elevado que en la española. Si un chino posee un negocio, su hijo se hará cargo de él. En España, puede que se niegue».

Trabajador y cauto

En la Comunitat Valenciana hay 5.000 chinos -1.500 en la capital- que tienen más de 200 restaurantes y cerca de 300 tiendas de ropa y de conveniencia. El último informe realizado por la Cámara de Comercio de Valencia destaca la asunción de un horario laboral más amplio como una de las particularidades del emprendedor chino.

La mayoría de los establecimientos regentados por este colectivo tienen una antigüedad máxima de cinco años, una superficie de 120 metros cuadrados y se administran en régimen de alquiler. Más de la mitad cuenta con dos o más empleados, que permanecen en la tienda desde su apertura hasta el cierre.

Según el estudio de la entidad cameral, la mitad de los propietarios chinos compra a proveedores de su país de origen, con lo que se confirma la existencia de canales de distribución en los que todos los eslabones son de nacionalidad china, lo que les permite negociar mejores precios, que, junto con los costes laborales inferiores, «hace que un considerable número de los comerciantes españoles considere que compiten en desigualdad de condiciones».