Cataluña

El origen podría ser una colilla mal apagada

Horas después de iniciarse los incendios, las autoridades se han acercado a los distintos focos del desastre. El alcalde de Portbou (Gerona), Josep Lluís Sales, lamentó ayer que el incendio que se ha iniciado en su municipio se ha propagado por la demora de los bomberos. 

El origen podría ser una colilla mal apagada
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En declaraciones a Catalunya Informació, Sales aseguró que cuando se inició el fuego en Portbou, el camión de bomberos del municipio estaba ayudando en el fuego de Parthus, como el de la vecina Llan. «Cuando han llegado los primeros bomberos habían pasado 50 minutos, y con la tramontana que hacía era como pólvora», explicó. Según Sales, el fuego se inició por una colilla de cigarro mal apagada, aunque ni los Bomberos de la Generalitat ni el conseller de Interior han confirmado aún las causas. Sin embargo, el propio presidente de la Generalitat, Artur Mas, apunta a «imprudencias manifiestas» como una probable causa del origen. A su llegada a Figueras, donde se encuentra el centro de mando avanzado de la Generalitat, y tras informarse de la situación con Felip Puig, y el alcalde de Figueras, Santi Vila, Mas ha lamentado la «tragedia humana». Además, en lo que se refiere a las hipótesis del arranque del fuego, el presidente citó la acción «absolutamente imprudente» de conductores que han lanzado colillas por la ventana de sus vehículos, ya que en ambos incendios las llamas han surgido a pie de carretera. «Todo apunta a que ha habido imprudencias manifiestas», denunció Mas, que ha hecho un llamamiento a la población, tanto del país como del extranjero que visita Cataluña este verano, a que eviten cualquier acción de este tipo, porque, debido a las escasas lluvias en los últimos tiempos, pueden tener unas «consecuencias tremendas y causar estragos». Mientras las autoridades luchan contra las llamas, la Cruz Roja ha movilizado a más de un centenar de voluntarios. Ofrece alojamiento y alimentación en tres albergues provisionales habilitados en los pabellones de La Junquera, Llan y Figueras para las personas desalojadas. Entre las medidas de prevención que el Gobierno catalán extendió entre la población, el principal fue la confinación de los vecinos de los núcleos urbanos. La iniciativa intentaba evitar que las personas con graves problemas de salud y los niños sufran intoxicaciones al intentar huir de las llamas.