Ciudad Real

«Hoy qué porterías de hockey»

Los rivales temen a Sterbik, el héroe de España en el partido ante Francia

Arpad Sterbik trata de detener un tiro de la estrella francesa Karabatic en una imagen de archivo
Arpad Sterbik trata de detener un tiro de la estrella francesa Karabatic en una imagen de archivolarazon

«Tengo más miedo que confianza», decía Arpad Sterbik después de que España empatara contra Francia gracias a una parada suya. Algo parecido sienten los rivales con su presencia, cuando saben que él va a estar en la portería contraria. Así lo reconoce un jugador de Asobal. «Hoy qué, toca porterías de hockey», se bromeó en el vestuario visitante antes de un partido contra el Ciudad Real, su club. Un comentario con mucho sentido porque no sólo son los dos metros que mide y los casi 120 kilos que pesa, que hacen minúscula la meta; es que con ese cuerpo es capaz de parar un contraataque con el pie por encima de la cabeza, como ante Túnez, o detener el tiro decisivo de Abalo abierto de piernas en el suelo.
Sterbik se ha sacado una pequeña espina que tenía con la Selección española. El año pasado, en el Europeo, jugó tres minutos y se lesionó. No volvió a participar. «Al menos no me metieron ningún gol», dice ahora. «En balonmano viene rápido otro campeonato y aquí estamos», añade. Su adaptación a la Selección ha sido rápida. Tiene muchos compañeros del Ciudad Real, empezando con el portero, Hombrados. «Con "Jota"ya llevo siete años y somos amigos fuera de las pistas. Si estamos más tiempo juntos que con nuestras mujeres... Nos ayudamos mucho», analiza Sterbik, que hace cinco años decidió que no volvería a competir con Serbia. Vujovic, su seleccionador, y dos federativos les insinuaron que se dejaran ganar ante Croacia en el Europeo de 2006, en el que ya no tenían nada que hacer, porque quizá en un futuro les devolverían el favor. Sterbik lo denunció. «Hubo cosas raras, pero no quiero hablar mucho de esto...», afirma el para muchos mejor portero del mundo y nominado a mejor jugador del año. «No, no», defiende él. «Hay unos 10 porteros del mismo nivel, sólo depende de en qué forma estás. Estar nominado sólo significa que voy por el buen camino. La primera vez que lo estuve era feliz y pensaba mucho en ello, ahora se vive de otra manera».
Ya tiene 31 años y el año pasado fue papá de gemelos. «Está en plan padrazo. Tiene pinta de rudo, pero es muy cariñoso. Y le encanta la comida de España», desvela quien conoce a «Lepi», que así le llaman. Traducido del serbio significa «guapo».
Aún le quedan muchos pelotazos que recibir en Suecia. «¿Loco? También se dice de los zurdos, pero no creo que esté más loco que éstos (sus compañeros). Cuando ganas, los pelotazos no duelen; cuando pierdes te duele todo». Pues España está ganando mucho en el Mundial. Hoy le toca Noruega.