La vida en un Post-It por Paco L Mengual

Martín Vigil
Hace tan sólo 40 años, el escritor Martín Vigil era el número uno en ventas y lectores en este país. Leído y traducido también a otras lenguas, era difícil no encontrar obras suyas en algún hogar español. Cuando aún no existía el término best- seller, títulos como «La vida sale al encuentro», «Los curas comunistas», «Primer amor, primer dolor», «Una chabola en Bilbao» y otros muchos, ya lo eran. Su imagen y su voz estaban muy presentes en la televisión y en la radio de la época. Pero la gloria y la fama son efímeras. Martín Vigil murió el pasado año en el más completo anonimato, sus novelas ya no están en los estantes de las librerías y a las nuevas generaciones de lectores, su nombre ni les suena. Me pregunto qué será dentro de unas décadas de los autores que hoy superan el millón de ejemplares con cada nuevo título que editan.

Pez
Qué bien acompañado estuve la otra tarde en un taller de lectura en el que sólo hay mujeres. Una entrañable tertulia, donde no faltó el café, la tarta de queso y los rollos caseros, alrededor de «El mapa de un crimen», una de mis novelas que todas habían leído. Al final, las muy canallas me dieron de mi propia medicina: «Ahora que hemos acabado con lo literario –dijo en voz alta su portavoz-, queremos hacerte una propuesta como mercero: como vas alardeando por ahí que, sólo con echar un vistazo, eres capaz de averiguar la talla de sujetador de una mujer, queremos comprobar si es cierto… Así que ya puedes empezar». Y se colocaron todas ante mí, con los brazos en jarra para resaltar aún más sus encantos personales. Debo de admitir que, tan valiente como soy, me puse colorado como un tomate; y sus risotadas ayudaron a hacer más patente mi sofoco… Es cierto eso de «por la boca muere el pez».