Benedicto XVI

«Los jóvenes nos han dado una auténtica lección de esperanza»

Después de unos meses en los que la preparación de la JMJ le ha quitado muchas horas de sueño, de ocio, de estar con la familia... Yago de la Cierva puede estar tranquilo. Y satisfecho. Al menos así se percibe al charlar con él sobre sus primeras impresiones tras la clausura del encuentro de jóvenes.

 
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-Parece que las cuentas salen mejor de lo que se esperaba...
-A la vista está. Fíjate, me acaba de llegar un dato: un pico de 1.520.000 teléfono hablando simultáneamente en Cuatro Vientos. Es significativo de lo que ha sido el encuentro, de los participantes, de la era de las comunicaciones... El aumento de presencia en la hostelería, en los transportes y en los museos ha sido espectacular.

-¿Qué sensación le queda?
-Desde el punto de vista personal es de enorme agradecimiento, porque ha sido una aventura apasionante en la que muchísima gente ha puesto la carne en el asador, voluntarios que se han partido la cara por la JMJ sin importarles el cansancio. También queda el agradecimiento al Papa. Tuve la oportunidad de estar a cinco metros del Santo Padre al caer el aguacero y de vivir el momento en el que dijo «Continuamos» cuando se le planteó suspender la vigilia. Como director ejecutivo también tengo que dar gracias a la perfecta colaboración de las tres administraciones públicas.

-¿Qué balance hace a pocas horas de la clausura de la JMJ?
-Que ha salido infinitamente mejor de lo que merecíamos. Hemos trabajado lo mejor que hemos podido, pero había un factor que no estaba en nuestras manos: la gente. Sin embargo, los jóvenes han dado unas lecciones de alegría, capacidad de sacrificio ante el calor primero, y la tormenta después...

-¿Les ha dado una lección estos jóvenes a la sociedad española?
-No una lección desde arriba, sino desde al lado. Hay mucha gente mayor que se ha llenado de esperanza, y otros chicos de su edad que han descubierto que se puede sufrir por la situación económica, pero al mismo tiempo ser constructivos, vivir sin estar indignados.


EN PRIMERA PERSONA
«No hay nadie en el mundo tan querido como el Papa», comenta Yago de la Cierva a partir de la experiencia de haber acompañado a Benedicto XVI en todos sus desplazamientos por Madrid en el vehículo que marchaba delante del papamóvil. «No se me olvidará precisamente la cara de la gente que no ha podido a los actos centrales, pero que ha querido recibirle», recuerda el director Ejecutivo de la JMJ, que manda un mensaje a quienes han intentado aguar esta fiesta: «El mensaje del Papa es para todos».