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Sin novedad en el Barça

La Razón
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La derrota del Barcelona en Heliópolis en partido de vuelta de los cuartos de final de Copa no fue síntoma de debilidad salvo que se considere que ganar al Racing de Santander por 3-0 no es estar a la altura de su habitual capacidad goleadora.

Lo del Real Betis fue puro accidente. No jugó todo el equipo titular y, probablemente, los jugadores llegaron a tal compromiso con la confianza de que la eliminatoria estaba resuelta y ello se tornó en derrota y lo que es peor, en clara inferioridad en el juego, lo que sí fue extraño ante el líder de Segunda.

Ayer el Barcelona volvió a recuperar su estilo. Se adueñó del balón desde el comienzo y el gol marcado en el segundo minuto por Pedro le dio confianza suficiente para ejercer su superioridad dejando en el juego detalles de fina artesanía, que entusiasman al público. Hubo constantes jugadas en las que se presagió el gol. El penalti a Villa y el gol de Messi hicieron pensar que ya estaba todo resuelto. Afortunadamente, en los últimos cinco minutos de la primera parte, el Racing despertó y creó unos minutos de confusión en el área de Valdés, quien tuvo que detener un remate de cabeza de Adrián, el mejor y más activo racinguista, con sello de gol. Con anterioridad estuvo espléndido a remate de Rosenberg.

El Racing llegó al Camp Nou con la idea fundamental de defenderse de lo que se le podía venir encima, la goleada de turno. Solamente cuando se vio en clara desventaja en el marcador buscó el ataque y la portería rival. Ya daba lo mismo perder por dos goles que por cuatro. Lo hizo por tres. Este tanto sirvió para cortar la reacción cántabra al comienzo de la segunda mitad. Medio partido fue a beneficio de inventario.