Berlín

La Comisión ética del Gobierno alemán a favor del apagón nuclear en 2021

La llamada Comisión Ética nombrada por el Gobierno de la canciller federal, Angela Merkel, para estudiar el futuro de la energía atómica considera posible y aconsejable llevar a cabo el apagón nuclear en Alemania lo más tarde en 2021.

La Comisión Ética aconseja el abandono total de la energía nuclear", señala el informe provisional elaborado por el citado gremio de expertos, que presentará sus conclusiones oficialmente a finales de mayo, publica hoy el rotativo Frankfurter Allgemeine, que ha tenido acceso al documento.

La Comisión Ética aconseja, además, apagar definitivamente de manera inmediata los ochos reactores que se encuentran desconectados provisionalmente de la red basándose en la moratoria nuclear dictada por el Gobierno de Merkel tras la catástrofe en la central atómica japonesa de Fukushima.

Titulado "El consenso energético de Alemania - Una obra común para el futuro energético de Alemania", el borrador del documento de la Comisión Ética subraya que el suministro eléctrico no se verá afectado por el cierre definitivo de las ocho plantas desactivadas hasta ahora provisionalmente.

Los restantes nueve reactores aún en funcionamiento "considerados como 'seguros' según los baremos de la seguridad nuclear deberán ser desactivados sucesivamente lo antes posible en base a su riesgo e importancia para la red eléctrica", afirma el estudio.

Solo deben continuar funcionando hasta que su rendimiento sea reemplazado por otras plantas energéticas de bajo riesgo, señala el documento, en el que la Comisión habla de un "corredor de salida"de la energía nuclear que plantea el año 2021 como fecha límite.

En el mejor de los casos, el "corredor de salida"podría ser acortado de manera que la última planta atómica fuera desactivada incluso "mucho antes", aunque para llegar a esa posibilidad sería necesario que el proceso para el apagón nuclear se verificara de manera "regular y transparente".

Entre otros criterios para esa verificación, la Comisión Ética gubernamental cita el desarrollo de los precios, el alcance y estabilidad de la distribución eléctrica, las emisiones de dióxido de carbono y las posibles importaciones puntuales de electricidad de países vecinos.

En todo caso, el grupo de 17 expertos concluye que existen alternativas a la energía nuclear, "todas ellas con riesgos menores", y aconseja que el proceso para el apagón sea supervisado por nuevas instituciones.

Entre estas últimas, el documento de 28 páginas propone la creación de un cargo de "comisionado parlamentario para el cambio energético"y un "Foro Nacional para el Cambio Energético".

Los expertos subrayan que las consecuencias de una catástrofe como la de Fukushima en suelo alemán "no se podrían limitar ni espacial, ni temporal, ni socialmente", y que solo se pueden evitar renunciando definitivamente y lo antes posible a la energía atómica.

La Comisión Ética nombrada por Merkel está presidida por su correligionario cristianodemócrata y antiguo ministro de Medio Ambiente Klaus Töpfer y por el presidente de la Comunidad Científica de Alemania, Matthias Kleiner, y forman parte de ella representantes de la economía, científicos y las iglesias católica y protestante.