Génova
Con la venia de Aguirre
Entre los populares madrileños la «fiebre por las listas» comenzó a subir ayer. Era el primer día de curso político, a cuatro meses de las elecciones y la presidenta anunció la convocatoria de su Comité de Dirección en Alcalá de Henares. La desiganción de la mayoría de los candidatos a las alcaldías está aún en el aire y el tiempo juega en contra
Entre enero y, a más tardar, las primeras semanas de febrero, el PP quiere tener cerradas las candidaturas municipales, para poder entrar de lleno en la lista a la Asamblea de Madrid, que encabezará Esperanza Aguirre y que seguirá un total de 129 futuribles diputados que la presidenta escogerá cuidadosamente bajo la aplicación política de la teoría de la selección natural de Darwin: recompensar a los que hayan hecho bien los deberes y apartar a aquellos que no hayan cumplido con las expectativas.
Pero antes de elaborar su lista, la jefa del PP de Madrid y su Comité Electoral tienen por delante hacer el «sudoku» de los candidatos de los municipios. La mayoría aún está esperando la llamada que les de el «sí» definitivo o el «no» rotundo; por eso de la reunión de hoy, son muchos los que esperan que por fin salga su nombre y se resuelva su incógnita.
Sin el ánimo de «revolver» demasiado, «sólo lo imprescindible», según revelan desde el entorno de la presidenta, la ecuación comenzará por el Sur. Terminar de deshacer el «cinturón rojo» es el objetivo de Aguirre. Y en concreto, hacerse con Getafe, Alcorcón y Leganés. La semana que viene el PP tiene previsto hacer un acto en Parla para la presentación de los candidatos de una veintena de pequeños municipios del sur. Y a éstos les seguirán los grandes.
En los municipios donde el partido gobierna «sería una temeridad cambiar al candidato», explican desde la primera planta de Génova, por eso la posibilidad tantas veces contemplada de que Bartolomé González –alcalde de Alcalá de Henares– y Esteban Parro –Móstoles– de alcanzar un sillón de diputado, e incluso de consejero, sería siempre después de presentarse como cabeza de lista en sus municipios. El trabajo realizado por el primero en Alcalá y en la Federación Madrileña de Municipios sería suficiente currículum como para conseguir el beneplácito de Aguirre para aspirar a un cambio. Pero el partido no se puede permitir que los resultados en este municipio flaqueen en mayo por la salida de su alcalde. A Parro le avalan sus años de servicio al PP con lo deberes bien hechos y sobre todo la «conquista» de Móstoles. El regidor ya ha dejado caer en Génova que su etapa al frente del Ayuntamiento mostoleño podría haber finalizado. El partido es consciente de que lo «justo» sería compensarle ahora, pero a día de hoy el Comité Electoral no se plantea otro cartel electoral en Móstoles que el de Parro. Y es que, aunque las encuestas no vaticinan cambios en el municipio y la mayoría absoluta del PP es holgada, los populares no pueden jugarse el gobierno de la segunda ciudad más grande de la Comunidad. Si todo apunta que a Parro y a Bartolomé el partido les va a pedir un último esfuerzo, en el caso de Carlos González, presidente del PP de Getafe, lo que Génova podría acabar pidiendo es su puesto. Aunque González ha estado trabajado desde hace tres años en el municipio y cumple con el perfil de «joven canterano y vecino de la localidad» que el PP siempre busca, lo cierto es que ha habido voces en la sede popular que pedían un «mirlo blanco» para enfrentarse al inalcanzable Pedro Castro.
Los «privilegiados»
Donde no hay duda es en Alcorcón. Allí el PP ha llevado a una de sus grandes bazas, David Pérez, portavoz del partido en la Asamblea. Pérez será de los pocos «externos» que los populares moverán para buscar la victoria en una plaza socialista. Sin embargo, el reconocido trabajo del nuevo candidato en Alcorcón en el parlamento regional y las «grandes posibilidades» de que el PP arrebate la Alcadía a Enrique Cascallana (según les dicen sus encuestas), les han llevado a hacer una excepción. De lo que tampoco se albergan dudas es de Jesús Gómez para Leganés; de Miguel Ángel López, en Parla; y de Miriam Rabaneda, en Pinto, donde el PP espera recuperar la Alcaldía perdida en 2008 por una moción de censura.
Otras dos asignaturas pendientes son Pozuelo y Boadilla. Sus dos alcaldes han sido destituidos esta legislatura por su imputación en la «trama Gürtel» por lo que se buscan nuevos nombres. Ambas plazas son tradicionales bastiones del PP (más de 70 por ciento de los votos), por lo que no se baraja buscar «galácticos» para destinos que, a priori, no habría que conquistar.
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