Bankia

La banca deberá explicar su plan de saneamiento antes de marzo

El Banco de España lo tendrá que aprobar el 15 de abril

La Razón
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BARCELONA- Las entidades financieras españolas tendrán que presentar antes del próximo 31 de marzo al Banco de España los planes detallados de cómo cumplirán con las nuevas exigencias de provisiones aprobadas ayer por el Consejo de Ministros.

Según se recoge en uno de los últimos borradores del real decreto que maneja el Ministerio de Economía y al que ha tenido acceso Efe, una vez recibidos los planes de las entidades, el Banco de España deberá aprobarlos en un plazo de 15 días hábiles. En ese tiempo, el supervisor podrá incluir las modificaciones o medidas adicionales necesarias para garantizar que una entidad cumpla el saneamiento del riesgo inmobiliario que el Gobierno exige al conjunto del sector financiero español. Según un informe de Ahorro Corporación, las ocho principales entidades tendrán que aportar 26.090 millones de euros, siendo Bankia-BFA y La Caixa-CaixaBank, las que mayores necesidades de provisiones tendrán que realizar.

La primera, según este informe dado a conocer ayer, necesitará 7.646 millones de euros para cumplir con las exigencias del Ministerio de Economía. La segunda salvará el nuevo escollo regulatorio de con 5.371 millones de euros. BBVA se sitúa en el tercer lugar, 3.998 millones, que la entidad ha dejado para el presente ejercicio, sin hacer aportaciones extraordinarias en el último trimestre.

Lo peor, para las cajas
La banca española habrá generado el pasado año un margen antes de provisiones del orden de 24.000 millones de euros, con los que tiene que hacer frente a provisiones de 50.000 millones en uno o dos años, en el caso de que las que no puedan se fusionen.

Las dos terceras partes de esos 24.000 millones de euros (16.000 millones de beneficios operativos) provienen de los bancos, apenas media docena de entidades. Los otros 8.000 millones corresponden a las cajas de ahorros que, sin embargo, tendrán que cargar con el 60% del total del saneamiento, es decir, 30.000 millones.

Además de la utilización de provisiones genéricas que la EBA no computa como capital principal, muchas entidades van a tener que recurrir a la venta de participaciones de su cartera industrial. Es la forma más rápida de obtener plusvalías y contribuir a mejorar el margen de explotación.