Debate Estado Nación

Rajoy baraja acudir el 9-A a la marcha de las víctimas

Las actas de ETA multiplican los recelos del PP sobre el Gobierno y el futuro político de Batasuna

Manuela Lancharro, Narcisa López, Ángeles Pedraza, Daniel Portero, Eugenio Casasola y María Dolores Montoya, ayer junto a unos voluntarios en el monumento a la Constitución
Manuela Lancharro, Narcisa López, Ángeles Pedraza, Daniel Portero, Eugenio Casasola y María Dolores Montoya, ayer junto a unos voluntarios en el monumento a la Constituciónlarazon

Madrid- Las actas de ETA sobre el «proceso» de negociación han servido de munición para ese sector del PP que cree que el Gobierno mantiene latente una negociación con la organización terrorista. La cara la pone Jaime Mayor Oreja, pero son más los que oficiosamente comparten su desconfianza y los que creen que la dirección del partido queda obligada a marcar al Ejecutivo con más contundencia, y de manera no coyuntural, en materia antiterrorista.

Génova tiene margen hasta las elecciones municipales, ya que la incertidumbre sobre el futuro de Batasuna aplaca a la corriente menos conforme con la teoría de que deben hurgar lo justo en esta herida para que no digan de ellos que por interés electoral ponen piedras en el camino de la paz.


Presión externa e interna
Ahora bien, la carga polémica de las interioridades de aquel proceso se ha cruzado por medio de la manifestación de la víctimas del próximo día 9, lo que todo unido y mezclado, se convierte en un potente revulsivo de la presión externa e interna que cae sobre la dirección popular y sobre la responsabilidad de Rajoy en el ejercicio de su oposición en esta materia.

El líder popular había excusado su presencia en la manifestación de todas las asociaciones de víctimas con la justificación de que en la agenda tenía ya previsto un acto de partido. Y la lectura «arriolista» era inevitable: Rajoy ejerciendo de «hombre de Estado», marcando diferencias con la pasada Legislatura y evitando movilizar a la izquierda.

Esa decisión inicial de no asistir a la manifestación organizada por todas las asociaciones de víctimas, bajo el lema «Por la derrota del terrorismo: ETA fuera de las elecciones», fue contestada inmediatamente con reproches por parte de los convocantes, que a principios de mes ya reclamaron públicamente al presidente del PP que reconsiderase su postura.


Valorar las circunstancias
Ayer, fuentes de su entorno confirmaron a este diario que en este nuevo escenario Rajoy ha revisado su decisión y estudia la posibilidad de acompañar presencialmente a las víctimas, como también harán en nombre del PP, entre otros, María Dolores de Cospedal, Esperanza Aguirre, Jaime Mayor o Antonio Basagoiti. Es lógico, precisan las fuentes consultadas, que valore las circunstancias del momento, aunque sea para reafirmarse en su primera decisión.

Hoy las actas de ETA han colocado al Gobierno y al principal partido de la oposición en un nivel de enfrentamiento que recuerda al de la pasada Legislatura, con consecuencias parlamentarias y en el discurso de campaña. Que Rajoy esté o no esté en la manifestación no quita para que en su mensaje siempre haya sido una constante la exigencia al Gobierno, como línea roja infranqueable, de que Batasuna no vuelva a las instituciones. Y ése es el sentido principal del acto en la calle del día 9. Igual que hay un sector de la dirección que presiona para que el líder «se moje», también es cierto que en Génova «pesan» los partidarios de no romper con la teoría seguida en esta Legislatura: la de que Rajoy debe preservarse y no caer en el discurso más bronco contra el Gobierno en materia antiterrorista porque en la ciudadanía ha calado la rectificación que éste ha hecho desde las últimas elecciones generales. De hecho, el PP insiste en reivindicar el Pacto Antiterrorista y continúa sin hacer oficialmente suya la denuncia de Jaime Mayor Oreja de que la negociación con ETA sigue en marcha. «Ahora más que nunca es necesaria la movilización de todos los españoles con las víctimas. Está en juego que ETA consiga sacar adelante su plan A para ocupar los ayuntamientos», advirtió ayer el portavoz popular en el Parlamento Europeo, en declaraciones a este diario. Ese «plan A», según el ex ministro del Interior, es el polo soberanista, la alianza de ETA con Eusko Alkartasuna (EA): desde la confianza en que después de las municipales el Tribunal Constitucional (TC) legalice a Sortu, lo que daría un colchón de legalidad a la red institucional ya tejida mediante la infiltración en EA. «El aterrizaje empieza el 22-M, pero tendrá su segunda parte», avisa.

El dirigente popular interpreta el contenido de las actas de ETA como la confirmación de todas sus duras acusaciones contra Zapatero: «Hoy siguen negociando, de otra forma, de otra manera, pero siguen negociando». Asegura que cada día se confirma más que la trayectoria de Zapatero «es la historia de una traición, al Gobierno, al PP y al Pacto por las Libertades, como ratifica la información de que Eguiguren gestó la negociación de ETA con el PSOE aún en la oposición», en alusión a la noticia adelantada ayer por LA RAZÓN sobre la declaración en la que Madariaga, fundador de la banda, relató a la juez Le Vert una reunión del año 2000. Jaime Mayor destaca que esa «traición» no es «historia, sino que es presente». «Estamos ante un proceso blindado, que tiene la mentira como soporte principal. Cuando ETA, a través del "Gara", sale a ayudar al Gobierno, evidencia la alianza entre ETA y el Gobierno», añade, en alusión a la divulgación por parte del diario proetarra de las actas del contacto entre la banda y el Ejecutivo de Aznar.


«Que digan la verdad»
Mariano Rajoy volvió ayer a la carga contra el vicepresidente, Alfredo Pérez Rubalcaba, por el «caso Faisán». «La versión que está dando es falsa y lo saben todos los que le apoyan. Que diga la verdad», defendió en un acto con militantes y simpatizantes de Talavera de la Reina (Toledo), en el que le acompañó la secretaria general y candidata para la Junta manchega, María Dolores de Cospedal. «Se empeñan en seguir engañando y en arremeter contra el PP, pero no tenemos nada que ver», añadió, informa Ep. El líder popular también dirigió su crítica contra José Luis Rodríguez Zapatero. «Debe decir al conjunto de la opinión pública lo que ha pasado con la negociación con ETA porque hasta el momento no ha dado ningún tipo de explicación». Rajoy, en cualquier caso, centró su discurso en la situación económica.