Constitución

Fumar en libertad

La Razón
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La embestida a la libertad que los políticos perpetran con la excusa del tabaco no es gravísima: se trata sólo de prohibir fumar en lugares públicos cerrados, y el ámbito privado todavía continúa al margen de sus incursiones punitivas. Pero entonces, ¿a qué viene tanto debate y qué explica las protestas de tantos ciudadanos? En realidad, se trata de la reacción ante un precedente: unos políticos capaces de esa violación de la libertad lo que probablemente harán es continuar con sus usurpaciones. Anthony de Jasay plantea una hipótesis sugerente: se trata de una libertad que teníamos hasta hace poco, y por eso protestamos. Dentro de un tiempo dejaremos de protestar, y nuestra capacidad de resistencia se habrá erosionado un poquito más. Y así sucede todo, la política atrae con sus señuelos y al final olvidamos que el recorte de la libertad por mor de la salud no tiene nada de progresista ni de democrático: es típicamente fascista, y puestos a olvidar vamos olvidando la propia opresión, que se hace carne en nosotros. Por ejemplo, estas invasiones de la libertad con el pretexto del tabaco fueron promovidas y hasta reclamadas insistentemente por ciudadanos y organizaciones privadas incapaces de reflexionar sobre sus consecuencias políticas. Pasado un tiempo, las protestas serán mínimas e ineficaces, como de hecho han terminado siendo las protestas por la espectacular subida de la presión fiscal que hemos padecido. Por nuestro bien, claro.