Bruselas

Diputados del PSOE exigen una reflexión para evitar «políticas esquizoides»

Los socialistas dicen que no es el momento de debates internos mientras arrecian las críticas
Los socialistas dicen que no es el momento de debates internos mientras arrecian las críticaslarazon

España está al borde del precipicio; Europa se asoma al abismo; el Estado del Bienestar retrocede y el euro se encuentra en serio peligro. Ante este panorama el Gobierno, que ha dado un giro de 180 grados a su discurso, aplica sin rechistar la hoja de ruta que le marca Bruselas y quiere que el PSOE aplauda sin más a Zapatero. Hay quien, comparta o no las recetas anticrisis, acata las consignas y hay quien intenta, sin demasiado éxito, que haya un debate interno al respecto. Vaya, que no hay manera de que fluyan las opiniones.La corriente de opinión Izquierda Socialista (IS) volvió ayer a toparse contra la misma piedra cuando pidió por enésima vez que el Grupo Parlamentario debatiese a fondo sobre el ajuste aprobado por el Gobierno, las recetas impuestas desde la Comisión Europea, el plan anunciado por Ángela Merkel o las posibles alternativas para la contención del déficit público. ¿Respuesta? Ahora toca apoyar al Gobierno y a Zapatero, defender lo aprobado y explicarlo por toda la geografía española. Los diputados Juan Antonio Barrio de Penagos y José Antonio Pérez Tapias sólo pretendían que en la reunión a puerta cerrada que celebra el Grupo Socialista cada martes se produjera «debate en serio» sobre las medidas de ajuste para evitar el hundimiento del proyecto socialdemócrata, «no caer en «políticas esquizoides» y poner freno a la «revolución neoliberal» que se intuye tras la crisis. Ambos defendieron la «necesidad imperiosa» de activar un discurso «mínimamente socialdemócrata». En concreto, Pérez Tapias reclamó a cambio de la leal disciplina de voto, una «real disciplina de debate». Más claro: que antes de votar se pueda discutir y así no quedar «enmudecidos» ante la dura presión de los hechos. La diputada del PSC, Isabel López i Chamosa, fue la primera en cortocircuitar el debate, tras parapetarse en posibles filtraciones a los medios de comunicación y la inconveniencia de dar cuartos al pregonero. En busca del cierre de filas El siguiente en apuntar, amablemente, que no era el momento de debates internos fue el secretario de Política Municipal de la dirección federal, Antonio Hernando, que pidió a sus compañeros que cerraran filas con el Ejecutivo y con su presidente. «No podemos pasar de defender una cosa y su contraria sin que antes reproduzca un debate sereno en el que se nos expliquen los cambios de criterio y el por qué de los mismos», vino a decir el diputado por Madrid Barrio de Penagos.El portavoz del grupo socialista, José Antonio Alonso, replicó que lo que se pretendía por parte de IS era un debate sobre lla economía mundial que no tenía cabida en el Congreso, que «tiene que dedicar se a la realidad parlamentaria».