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Muamba abre un debate en Inglaterra sobre los controles médicos
Tres días después de que el centrocampista del Bolton Fabrice Muamba cayera desplomado sobre el césped por un ataque cardíaco han surgido las primeras voces que ven insuficiente el control médico al que se somete a los jugadores en Inglaterra.
La regulación de la Premier League establece que todos los futbolistas profesionales deben pasar un examen médico anual, si bien no se somete a los mayores de 21 años a pruebas cardiológicas profundas, ya que se considera que cualquier lesión habría sido detectada con anterioridad.
Esos test médicos son escasos y poco específicos para el técnico del Manchester City, Roberto Mancini, que hoy exigió que cada seis meses se hagan chequeos más específicos para evitar episodios como el de Muamba, de 23 años y cuyo estado de salud mejora después de ingresar el sábado en estado crítico en cuidados intensivos.
"Aquí en Inglaterra todo es fantástico, tenemos el mejor campeonato del mundo, pero debemos mejorar las condiciones sanitarias de los jugadores", señaló el italiano.
La Premier League, por su parte, salió hoy al paso de las críticas recordando que endureció las normas sanitarias que deben obedecer los clubes tras el incidente que sufrió en 2006 el guardameta del Chelsea Petr Cech.
El checo se fracturó el cráneo en un encuentro contra el Reading, pero los servicios de emergencia que le atendieron en el campo no supieron valorar en un primer momento la gravedad de la lesión y se temió por su vida cuando finalmente fue trasladado al hospital.
Las quejas del entonces entrenador "blue", José Mourinho, y la gravedad del caso llevaron a las autoridades del fútbol inglés a establecer nuevas normas como la obligación de que una ambulancia esté preparada en cada partido para trasladar a un jugador al hospital y que cada club cuente con un médico en su banquillo.
Fue entonces cuando se decidió establecer el examen médico anual para todos los jugadores y someter a aquellos entre 16 y 21 años a estudios cardíacos específicos, unas medidas que al entrenador del Liverpool, Kenny Dalglish, sí le parecen suficientes.
"No sé cuán específicas son las pruebas a las que se somete cada jugador. Fabrice (Muamba) pasó una exploración cardíaca hasta en cuatro ocasiones y quizás fue algo desafortunado", señaló el escocés, que se mostró "contento"con el control médico al que se somete a sus jugadores.
En el examen anual, un facultativo toma el pulso a los jugadores y escucha el sonido de su corazón en busca de posibles arritmias, pero solo pasan el "examen cardiológico especial"previsto por la Premier League los jugadores más jóvenes y aquellos que nunca se han sometido a un electrocardiograma.
La normativa urge asimismo a los clubes a que los jóvenes pasen "cuanto antes en su carrera deportiva"tanto un electrocardiograma como una ecocardiografía.
Esa regulación se introdujo en 1996, un año después de que el joven británico John Marshall, de 16 años, muriera por un ataque al corazón un día antes de incorporarse al Everton, el club que le había fichado.
Marshall sufría una micardiopatía que incrementaba las opciones de que sufriera un paro cardíaco súbito pero que nunca había sido detectada.
"Vamos a estudiar todos los aspectos de lo que ha ocurrido y, si hay algún modo de poder mejorar, haremos lo que esté en nuestras manos para evitar que ocurran de nuevo cosas así", afirmó esta mañana el director ejecutivo de la Premier League, Richard Scudamore, tras felicitar al equipo médico que "salvó la vida"el sábado a Muamba en White Hart Lane.
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