Chile
Muros de hormigón
Cuando me preguntan por los recuerdos del Mundial 98 ante Paraguay, aparte de la rabia e impotencia veo dos muros de hormigón puro. Defensas y centro del campo muy junto y sin ruborizarse a la hora de achicar y dejar la portería a cero. Veníamos como España después de jugar ante Suiza, trambalándonos tras perder el primer partido ante Nigeria. Lo intentamos por tierra, mar y aire. Pero ellos veían en el horizonte su partido ante la Nigeria de Milutinovic, del que podían salir los dos clasificados. Algo que pasó y no por arte de magia o casualidades de la vida. Ja, ja, ja.
Aunque hay similitud en mentalidad y fillosofía entre ambas «Paraguays», la diferencia más llamativa la tienen en el aspecto ofensivo: Valdez, Cardozo y Barrios, que inyectan algo más de calidad y goles. Aparte de la falta de un líder que arrastraba masas, como por entonces hacía el gran gurú Chilavert.
Los de Del Bosque han encontrado la senda del buen fútbol y la solidez, dejando disipadas las dudas en el centro con Busquets y Xabi Alonso. Mucha culpa la tiene el maestro Xavi Hernández, el auténtico líder manejando nuestro fútbol a su antojo. Exceptuando a Chile, con syu presión constante, todos los que nos hemos encontrado, y en caso de pasar lo que nos espera, son equipos sumisos esperando al desquiciamiento del amo del balón.
Vicente ha salido reforzado del partido ante Portugal y morirá con sus ideas. Entre las que está seguir confiando a muerte en Fernando Torres. Para mí el asunto de Fernando es cuestión de fe, la que le tiene Vicente. Porque con los sudamericanos encerrados atrás y en espacios reducidos, veo más fructífera la aportación de Llorente.
Tengo sensaciones positivas y espero que para nuestro gran Manolo el del Bombo sea la medicina que necesita el paso a semifinales.
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