Sevilla
Chaves tiró de fondo de reptiles a un mes de las elecciones de 2004
La mediación de Manuel Chaves en el libramiento de ayudas laborales con cargo al «fondo de reptiles» no se limita al caso recientemente conocido de A Novo Comlink, la empresa de telefonía en la que se registraron 42 irregularidades y un intruso y que recibió más de 35 millones de euros, esto a pesar de que Chaves ha negado reiteradamente su implicación directa y ha trasladado la responsabilidad a peldaños inferiores del Ejecutivo andaluz.
El caso de los ex trabajadores de la extinta empresa de detergentes Bilore de Lucena (Córdoba) es otro ejemplo de cómo el «fondo de reptiles» –así lo etiquetó ante la Policía el ex director general de Trabajo Francisco Javier Guerrero– fue usado a iniciativa del ex presidente de la Junta y vicepresidente tercero del Gobierno como si fuera un extintor con el que apagar la conflictividad laboral en Andalucía. En este caso, con la agravante de que fue en vísperas de las elecciones autonómicas y generales de marzo de 2004.
Con la sucesión cronológica de los hechos queda más claro. Ex trabajadores de Bilore de Lucena abordaron al entonces presidente de la Junta en un acto en el municipio sevillano de Osuna el 11 de febrero de 2004 y le trasladaron un escrito en el que reclamaban la ayuda de la Junta de Andalucía. «Le pedimos a nuestro presidente Manolo Chaves que no abandone a estos trabajadores lucentinos y andaluces ante todo». En esa misma breve misiva de un folio, a la que ha tenido acceso LA RAZÓN, recuerdan, asimismo, que han mantenido «reuniones con resposables de su Gobierno. Entre ellos el director general de Empleo, Javier Guerrero, el 23 de diciembre del pasado año, el cual se comprometió con nosotros y con nuestro alcalde a buscar una pronta solución». El cierre de esta empresa con sede central en el País Vasco se produjo en 2003 y afectó a 40 trabajadores.
Sólo 24 horas después, el director del Área de Planificación y Seguimiento de la Consejería de Presidencia, Antonio Jesús Mena, envía un fax al jefe de gabinete de la Consejería de Empleo y Desarrollo Tecnológico, Carlos Márquez. Le remite adjunto el documento entregado al ex presidente Chaves por los trabajadores de Bilore y añade lo siguiente: «En fecha próxima se visitará la ciudad de Lucena, por lo que sería conveniente haber encauzado la problemática planteada para evitar encontrarnos ante la situación de ayer».
Un día depués, el 13 de febrero de 2004, el jefe de gabinete del entonces consejero José Antonio Viera –que en abril de ese mismo año fue nombrado delegado del Gobierno en Andalucía– tomó nota. Envió un fax al director general de Trabajo y Seguridad Social, Francisco Javier Guerrero –imputado por la juez que instruye la causa de los ERE– en el que daba cuenta del fax que le había enviado el director del Área de Planificación de Presidencia. Incluía el documento entregado por los trabajadores de Bilore a Chaves. En ese momento quedaba un mes exacto para las turbulentas elecciones de marzo de 2004, en las que Chaves consiguió mayoría absoluta.
A partir de entonces se puso en marcha la maquinaria de la Consejería de Empleo para trasladar ayudas sociolaborales excepcionales e individuales a ex trabajadores de la empresa dedicada a la fabricación de detergentes. Mientras tanto, estos empleados maniobraban para buscar medidas alternativas como constituir una cooperativa. El ex director general de Trabajo Francisco Javier Guerrero muestra su conformidad a que se suscriban dos pólizas para dos ex trabajadores de Bilore, detallando dos pagos con cargo en enero y marzo de 2006 que ascendían a más de 245.000 euros.
No fueron las únicas ayudas ni los únicos trabajadores beneficiados. Con fechas de pago del dos de noviembre de 2007 y uno de abril de 2008, aparecen unas ayudas de la Junta de Andalucía para seis ex trabajadores de Bilore con una horquilla de edad de entre 53 y 58 años. La cuantía ascendía a 1,16 millones.
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