Estados Unidos
La otra cinta de España
Sin la cinta de la bandera española en la cabeza, pero con una medalla de bronce colgada del cuello. Así y con cara de sueño apareció Amaya Valdemoro en la T-4 junto al resto de la Selección. La historia de esa cinta viene de muy atrás
«En 2003, Raquel, una de mis mejores amigas, me regaló tres», comentaba en conversación telefónica la noche del domingo. «Las estrené en aquel Eurobasket, ganamos el bronce y logramos la primera clasificación directa para unos Juegos Olímpicos. No se me olvidará nunca, desde entonces siempre juego con ella», dice.
Amaya comparte su amuleto con la deportista a la que más admira, Marta Domínguez. La cinta de la atleta palentina es rosa. La de Valdemoro, rojigualda, resulta igualmente inconfundible. «La cinta de Marta es más importante que la mía. Ella ha sido campeona del mundo, lo ha ganado todo. A mí, el atletismo me apasiona y como Marta no hay ninguna. Es la más grande y se lo he dicho las veces que hemos coincidido. Es mi gran ídolo, soy muy fan suya. Si el resto de deportistas españoles estuviéramos a su nivel...».
La líder de la Selección tiene todavía dos años más para mejorar un palmarés internacional que incluye tres anillos de la WNBA. El próximo Eurobasket y los Juegos de Londres son los objetivos. El primer torneo servirá para obtener la clasificación olímpica. «Mi sueño es que mientras el cuerpo aguante voy a seguir jugando. Quiero llegar a los Juegos», comenta Amaya. Entonces tendrá 36 años y sueña con despedirse de la Selección con otra medalla, la única que le falta, un metal olímpico. Después de Londres llegaría el momento de plantearse la retirada o «seguir jugando a nivel de club si me veo en condiciones».
Alba Torrens, después de ganarlo todo en categorías inferiores, está llamada a ser la sucesora de Amaya en el equipo nacional. Al comentárselo, la jugadora de 21 años y ya con más de 50 internacionalidades, ríe. «Amaya es una ‘‘crack'' y lo que ha logrado ella no lo ha hecho nadie en España», afirma. Alba, que jugó su mejor partido en la lucha por el bronce, confiesa que el Mundial para ella ha sido muy especial y que en la ceremonia de entrega de medallas todavía no se lo creía: «Cuando estábamos subidas en el podio y veíamos que nuestra bandera estaba al lado de la de Estados Unidos y de la checa algunas nos dabamos codazos para ver que aquello era cierto».
Y Sancho Lyttle entonó el «yo soy español, español...»
En la República Checa hubo tiempo para la celebración, aunque como se lamentaba Amaya Valdemoro, «todo cerraba demasiado pronto». Sancho Lyttle, que fue incluida en el quinteto ideal del campeonato, fue una de las más animadas. La pívot originaria de San Vicente y las Granadinas ya es una más en la Selección. «Lleva muchos años en España y se ha adaptado perfectamente», comenta Alba Torrens. Amaya va más lejos: «Es una tía 10. Se ha convertido en una más, es encantadora fuera de la pista y dentro... qué te voy a contar. Ha terminado cantando el yo soy español, español, español...».
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