Caballé tranquila y fuera de peligro

Con la misma energía de siempre, tranquila y sorprendida por el revuelo que se ha organizado sobre su estado de salud, ya que se ha revelado que la rotura del húmero se produjo como consecuencia de un mareo provocado por un «ictus leve». Desde el entorno familiar de Monstserrat Caballé no dan crédito a la expectación levantada y que ha convertido la noticia en «trending topic»: «Ella está estupendamente y no hay por qué alarmarse, pues su estado no reviste gravedad». La artista permanece ingresada y tiene vendado un brazo, «lo que hace que se sienta bastante incómoda. Tiene, además, un hematoma grande. El ictus que le provocó el mareo y la caída no le va a dejar ningún tipo de secuelas; además, ella está deseando volver a su actividad normal y a su ritmo de cada día porque no sabe estar quieta», tranquilizan sus allegados desde el centro hospitalario.

Nada más producirse el desvanecimiento el pasado sábado, la soprano voló desde Rusia a Barcelona para ser atendida directamente por su médico, el doctor Rafael Blesa, jefe de los servicios de Neurología en el Hospital Sant Pau, y de su máxima confianza. A la familia le pilló por sorpresa y no dudaron un momento en trasladar a la artista de vuelta a España, «donde ella se sienta más segura con los médicos que la conocen», aseguran sus familiares. La caída y posterior ingreso han obligado a Caballé a cancelar la actuación que tenía prevista en el Auditorio de Gerona y que se ha visto obligada a dejar para más adelante. Se prevé que la cantante pase a planta en las próximas horas, en función de su evolución, aunque deberá permanecer en reposo al menos varias semanas.

En enero de este año celebró en el Liceo sus 50 años sobre los escenarios, una de las efemérides que más ilusión le hacía poder celebrar. Allí debutó en la ópera «Arabella» de Richard Strauss. La voz de aquella joven deconocida no pasó desapercibida. Hoy tiene firmados contratos hasta 2016.