Sindicatos seriedad

O los sindicatos se dan cuenta de la gravedad de la situación, o no será posible la recuperación económica ni la entrada en la senda de la creación de empleo. Lo que está sucediendo en el Ayuntamiento de Paterna puede servir de piedra de toque para acontecimientos futuros en la Comunitat Valenciana y en España.
El alcalde, Lorenzo Agustí, del Partido Popular, se encuentra en la tesitura de rebajar obligatoriamente el gasto municipal en un porcentaje notable o ir a la bancarrota. Para ello, no puede eludir el retoque de la plantilla que, como norma general, está sobredimensionada en todas las administraciones y empresas públicas. Los sindicatos deben saber, además, que los presupuestos no descienden de forma que se note hasta que no se tocan las nóminas. De ahí que, seguramente, el proyecto del Gobierno municipal de negociar 35 despidos para reducir el gasto público, sea inevitable. Hasta la patronal Cierval va a efectuar algunos despidos como consecuencia de la rebaja de subvenciones por parte de la Generalitat, según anunció su presidente el viernes pasado. La austeridad llega a todos.
El encierro de los empleados municipales es comprensible. A nadie nos gustaría estar en el lugar de los afectados, pero los sindicatos tienen la responsabilidad de analizar las cuestiones con responsabilidad y comprobar si ya se han realizado todos los recortes más superfluos.
Veremos cómo acaba el conflicto que, como he expresado antes, puede ser sólo el comienzo de otros. Así es la vida.