Guardiola no tiene dudas

Las dudas de la afición no son compartidas por Pep Guardiola, cuya confianza sigue siendo ciega en sus jugadores. «Aunque hagamos la peor temporada de la historia, no dudaré de estos jugadores», espetaba ayer.

Pensativo, con la mano en la barbilla y la mirada perdida, el técnico azulgrana se sentó ayer en la sala de prensa del Camp Nou con más ganas que el sábado de explicar su punto de vista sobre lo que ocurrió. «Son cosas que pueden pasar en el deporte, pero está loco el que piense que ahora dudo de mis jugadores», subrayó. Guardiola negó haber abroncado a sus hombres tras perder ante el Hércules: «No creo en esa manera de gestionar grupos. Me puedo enfadar, que no fue el caso, pero nunca reprocharles algo después de una derrota. Sería como decir que fue culpa suya y no mía».

Guardiola utilizó como ejemplo a Xavi para explicar que el Barça aún está lejos de su mejor forma, un argumento que según él sirve como explicación de lo ocurrido ante el Hércules. «Hace dos temporadas llegó a la primera jornada con más de 40 entrenamientos, el año pasado llevaba 32 y éste, creo que 14. Necesitamos un poco más de tiempo, intentando dejarnos los menos puntos posibles en el camino», argumentó.

El rival de hoy, el Panathinaikos, ha estudiado el juego del Barça hasta la saciedad, con la esperanza de conseguir un botín similar al Hércules. Su técnico, Nikos Nioplias, se parece mucho a Guardiola en las horas que dedica a ver vídeos de los rivales. El técnico griego ha tenido tiempo de repasar el partido de los azulgrana el sábado y ayer transmitió sus conclusiones a los jugadores en una pequeña charla técnica.

El propio Guardiola admitió haber visto un par de veces repetido el choque y haber descubierto «algún» matiz. «Si hubiéramos atacado de otra forma, quizás el resultado hubiera sido diferente», confesó. Seguramente, este matiz se podrá observar esta noche en el Camp Nou ante el Panathinaikos, del que se espera que venga a defenderse y salir al contragolpe. Un planteamiento que, curiosamente, es el predilecto de Andrés Iniesta. «Prefiero que los rivales vengan a defender y encerrarse en el Camp Nou, porque si estamos finos, se les puede hacer muy largo el partido», sorprendió.

El choque supone el primer paso de un largo camino que lleva hasta uno de los santuarios «culés», Wembley, donde se disputará la final de la «Champions» este año y donde ganó el Barcelona su primera Copa de Europa en 1992. Para empezar con buen pie, se espera que Guardiola recupere a todos sus pesos pesados en el once. La única duda será si finalmente cuenta con Keita, para hacer frente al físico de los de Nioplias en el centro del campo.

En las filas griegas destaca la presencia de dos veteranos atacantes franceses como Cissé y Govou, y su compatriota en tareas defensivas, Boumsong, todos con amplia experiencia en la Liga de Campeones.