Aeronáutica

Cola para ser astronauta

Los nuevos descubrimientos y la futura exploración de Marte disparan las solicitudes para convertirse en «viajero espacial»

Cola para ser astronauta
Cola para ser astronautalarazon

MADRID-El espacio se ha convertido en el nuevo paraíso para los aventureros. La Tierra se ha quedado pequeña para los exploradores cuya curiosidad les obliga a mirar más allá de la atmósfera que nos protege. Forma parte del «top 3» de las aspiraciones infantiles: bombero, policía y astronauta. Sin embargo, son pocos los que pueden convertirlo en realidad. Son muchos los requisitos, pocas las plazas que se ofertan y aún menos las posibilidades de pisar Marte o la Luna, los dos astros a dónde se prevé enviar a estos «viajeros espaciales» en futuras misiones.

Uno de los descubridores del primer exoplaneta en 1995, Didier Queroz, reconoce que «el cosmos es la aspiración de los nuevos exploradores y está de moda». Así lo confirman los datos de la NASA. Más de 3.000 norteamericanos han solicitado plaza en la nueva oferta que ha abierto la Agencia estadounidense, una cifra que desde la propia agencia sobrepasa todas las previsiones. Para Teresa Gómez, responsable de la Oficina de Selección, «las redes sociales han jugado un papel muy importante en el número de solicitudes recibidas. No hemos cerrado aún el plazo, pero ya superamos el número de candidatos de 2009».

El futuro es Marte
Los astronautas de la NASA junto a algunos cosmonautas como Yuri Gagarin, son responsables de las ilusiones de muchos jóvenes de los 70 y 80 que han crecido con sus logros, por eso, con la desaparición el año pasado del programa de «shutte», temían que los viajes al espacio se terminaran. «No es así, lograremos pisar Marte», expuso su administrador Charles Bolden. Gómez lo confirma: «Los astronautas siguen siendo imprescindibles. Además de mantener a varios en la Estación Espacial Internacional (EEI), muchos ya se están preparando para nuestro próximo programa de exploración humana Orion».

En Europa, desde que se creó la Agencia Espacial Europea (ESA) en 1975, tan sólo se han realizado tres procesos de selección, ya que en los proyectos que desarrolla la Agencia prima el interés científico por encima de la exploración humana, sobre todo desde que comenzó la crisis financiera y los 18 países que forman parte de la ESA, redujeran drásticamente el dinero destinado a la innovación espacial. En 2011, su presupuesto ascendía a 3.994 millones de euros y gran parte se destinó al sistema de navegación Galileo, el «GPS europeo». El papel de los astronautas es menor, la ESA los destina principalmente a misiones científicas a la EEI, donde realizan diversos experimentos para conocer mejor el origen de la vida. En plantilla sólo hay 32, de ellos, «un alemán y un italiano están trabajando en la EEI», asegura Jean Coisne, responsable del departamento que gestiona a los astronautas. Se dividen en tres categorías: seis retirados, diez que se ocupan de experimentos en tierra y de la gestión de los programas y 16 que están involucrados en misiones concretas para salir al espacio. Todos ellos han superado una ardua prueba de selección que analiza todos los aspectos del ser humano. «Muchos de los que se presentan son pilotos privados, pero también se buscan perfiles diversos como biólogos astrofísicos o ingenieros», explica Coisne. En la última convocatoria, hace cuatro años, tan sólo se ofertaron seis nuevas plazas a las que aspiraron más de 8.000 europeos, de ellos, 781 eran españoles, aunque ninguno cruzó la meta. De ellos, sólo una mujer, la italiana Samantha Cristoforetti. Tuvieron que superar numerosas pruebas y demostrar su perfección, ya que un pequeño fallo psicológico o físico te descarta del programa. Después de superar diez meses de estrés físico y mental, por fin, pueden enfundarse su mono azul, imagen de la Agencia europea, y participan en un nuevo programa de 18 meses que les prepara para las futuras expediciones. Un requisito indispensable: aprender ruso que, junto al inglés, son los idiomas oficiales.

Al margen del programa europeo y del norteamericano, los chinos son los que están tomando la delantera en la aventura espacial, aunque su secretismo no permite conocer muchos detalles. Ya han lanzado su primera nave tripulada al espacio y entre sus aspiraciones, Marte no queda lejos.