Grupos
Bárbara Rey y sus hijos se sienten amenazados
Bárbara no sólo batió un récord en la duración de su entrevista, casi dos horas y media, sino también en el caché que cobró por ella y al que no está acostumbrada. Algo inédito en «DEC», donde terminó su intervención de lo más caliente. Incluso amenazó con tirar de la manta y dar nombres de los que realizaron aquel vídeo demoledor de Ángel Cristo a punto de maltratar a su novia Circe en su caravana circense. Le achacaron intentar hacerse con estas imágenes, no se sabe si con el objetivo de esconderlas o de difundirlas en más medios. Bárbara rechazó bravamente la maligna insinuación. A fin de cuentas, ella pagó los casi 6.000 euros que costó sepultar a su ex.Pero la cosa bulle y está a punto de rebosar: «Estoy recibiendo amenazas telefónicas que se extienden también a mis hijos», descubrió cuando asistió a una promoción del próximo festival zaragozano en favor de la lucha contra la polio. El evento lo amadrina Beatriz de Orleans y lo presenta el inefable Pavlosvky, más que íntimo de la ex «vedette» rubia que aclaró, sin meterse a fondo, cómo son los desasosegantes mensajes telefónicos: «Nos dicen que tengamos cuidado, y conozco el paño porque son gente de circo», dejó a todos pasmados con estas revelaciones. Al mismo acto asistió Pedro Osinaga, que comentó su deseo de retomar el teatro: «Ya no lo haría como empresario, sino como actor», adelantó ante el gesto contrariado de su esposa Tomy, que lucía un traje de Chanel gris con tres filas de perlones de nácar: «Lo ha pasado muy mal. Cuatro días en coma por un descuido médico que casi lo mata. Es mejor que Pedro siga descansando. No lo necesitamos para vivir», contó en un corrillo donde destacaba la presencia de Pitingo, con gafas oscuras «porque he tenido un desprendimiento de retina». Restallante en lino coral, La Chunga contó que ella será operada de cataratas «y estoy muerta de miedo». Pelillos a la mar, «que vaya a a ver al doctor Fernández Vega y no se enterará», la animaba Paquita Torres. Sobresalía al igual que Juncal Rivero, a punto de iniciar su gira con la obra de teatro «Brujas», después de adelantar el final de temporada en Madrid. «Todo bajó un montón», aseguraban ante Juan Losada, yerno de Esther Koplowitz, que oía con cierta envidia cómo Pitingo va a restringir su gira para grabar un nuevo disco. Se remansó su desmadre inicial y cuesta remontar, le comentaba a Enrique del Pozo, fiel y obsesivo de su mitomanía.
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