Estados Unidos

QE3..

La Razón
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El pasado verano, la recuperación económica en Estados Unidos y Europa languidecía, como lo hacían los mercados de Bolsa y la mayoría de activos de riesgo. Entonces, la Reserva Federal se embarcaba en una masiva inyección de liquidez, vía compra de deuda pública, con el objetivo de inflar el precio de los activos y sanear así balances de familias, corporaciones y administraciones públicas.

La consecuencia de esta política monetaria tan expansiva no ha sido la deseada. El principal activo de las familias, sus casas, sigue perdiendo valor sin que esto posibilite un saneamiento de los balances de los hogares, y, sin embargo, lo que sí ha subido ha sido la inflación y las expectativas de inflación. Han subido los precios de activos financieros y materias primas, posibilitando que los tenedores de los mismos se enriquezcan todavía más, al mismo tiempo que la renta disponible de las familias se ve presionada…todavía más.

El programa de compra de deuda conocido como QE2, acaba en junio y se abre la interrogante sobre qué se hará a continuación. Lo sensible sería acabar ahí con la expansión monetaria cuyo riesgo a largo plazo es la hiperinflación, pero el precio inmediato a pagar sería seguramente demasiado doloroso para el tándem Obama-Bernanke, cuya irresponsabilidad y apetito por gastar e imprimir parecen no conocer límites. Mi sensación es la misma que la del conocido inversor Marc Faber: habrá QE3 pero no inmediatamente, serán los mercados los que fuercen la mano de la Reserva Federal después de una corrección.

Yo reduciría riesgo en los próximos meses.