París
El día que perdió Djokovic
Más de cinco meses después de arrancar la temporada, Novak Djokovic sufrió su primera derrota en 2011.
En París, ante Federer, en semifinales de Roland Garros, en el que se suponía iba a ser su primer gran día de verdad en un torneo en el que no había ido más allá de los cuartos de final, en la jornada en que se podía convertir en número uno del mundo y desbancar a Rafa Nadal, en el día en que iba a igualar el récord del mejor arranque de una temporada en poder de John McEnroe con 42/0... Todas las expectativas despertadas por el excepcional año del serbio, todas más que justificadas, se vieron frenadas por Federer. El suizo jugó el mejor partido de su vida sobre tierra batida para que en la final se repita un clásico. Se ha visto con Nadal en la Philippe Chatrier en tres ocasiones con el título en juego. Las ha perdido todas, pero su victoria ante Djokovic es uno de esos partidos para recordar. El suizo aparecía como una víctima más en el camino de «Nole». Más de uno le había enterrado antes de tiempo, pero su partido fue prácticamente perfecto. Se llevó los dos primeros sets, cedió el tercero ante el empuje de Djokovic, pero fue capaz de rehacerse y alcanzar la final después de imponerse en el «tie-break» del cuarto. Federer se ha hecho un homenaje con una victoria que llegó cuando la luz comenzaba a desaparecer de la central. Cuando Djokovic parecía capaz de forzar un quinto set, que se hubiese disputado hoy, Federer respondió en el desempate como lo que es, el mejor de la historia. Cerró el partido con un «ace» y con un grito que sonó a reivindicación. A un «¡¡¡Todavía estoy aquí!!!». Federer fue el último jugador que ganó a Djokovic en 2010 –en el Masters– y ha sido el primero que lo ha hecho en 2011.
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