Crisis política en Italia

Cae el Gobierno de Eslovenia al retirarle el Parlamento la confianza

El Gobierno esloveno de centroizquierda cayó hoy al retirarle el Parlamento la confianza, lo que puede conllevar una convocatoria de elecciones anticipadas y un retraso en la aprobación del Fondo Europeo de Estabilización Financiera (FEEF).

Con 36 votos a favor y 51 en contra, el Legislativo esloveno de 90 diputados retiró la confianza al Gobierno del socialdemócrata Borut Pahor, en el poder desde 2008. El Gobierno se encontraba en minoría desde abril, después de la salida de varios partidos de la coalición y sólo contaba con el apoyo de 33 diputados.

Según la legislación eslovena, la retirada de la confianza parlamentaria al Gobierno no significa automáticamente la convocatoria de elecciones. Ahora se abre un período de 30 días para que un líder político trate de aglutinar una nueva mayoría parlamentaria y, en caso de que nadie la logre, el presidente disolverá el Parlamento y convocará elecciones anticipadas, previsiblemente para diciembre.

Todas la encuestan apuntan a que el próximo jefe de Gobierno, en caso de convocarse unos comicios, será el líder del conservador Partido Demócrata Esloveno (SDS), Janez Jansa.

Los diputados no atendieron la petición del primer ministro de apoyar a su Gobierno hasta las elecciones ordinarias en 2012, pese a su advertencia de que podría paralizarse el funcionamiento gubernamental durante meses en un momento crucial de crisis financiera en la zona del euro.

"La no confianza significaría el comienzo de una crisis política, que se presentará con todos sus aspectos imprevisibles y que paralizará el sistema estatal durante los esfuerzos nacionales e internacionales para superar la crisis", afirmó Pahor antes de la votación.

La caída del Gobierno de Pahor aplazará la aprobación del FEEF por parte de Eslovenia en un momento en el que la Unión Europea (UE) urgió a los 17 socios de la divisa común que lo aprueben cuanto antes.

La oposición conservadora del Partido Demócrata (SDS) acusa al primer ministro de corrupción, clientelismo, ineficacia y haber disparado el déficit público, que en 2010 alcanzó el 5,6 %.