Sevilla

La primera Feria «sin humos» llega como agua de mayo

Comienza una Feria de Abril plagada de novedades. No podía ser de otra forma teniendo en cuenta que, para empezar, este año la fiesta se desmarca del mes al que está tan profundamente ligada para sumergirse en mayo de principio a fin. Se ha hecho esperar más de lo habitual y, por ello, sevillanos y visitantes cuentan ya las horas que restan para que la celebración dé comienzo.

040sev02fot2
040sev02fot2larazon

Entre las innovaciones de 2011, destaca principalmente la Ley Antitabaco, que, por primera vez, regirá en las casetas del Real. Como no hay precedentes, la duda radica fundamentalmente en qué nivel de cumplimiento tendrá la norma y cuáles serán los mecanismos de control de la misma. Para Facua-Consumidores en Acción, el «pronóstico» es muy alto en el primer caso y prácticamente inexistente en el segundo. Es decir, augura un elevado respeto a la normativa –teniendo en cuenta que «en el 99 por ciento de los establecimientos hosteleros se cumple la ley»–, pero no es tan optimista en lo que a la supervisión se refiere.

De hecho, asegura que son «escasísimas» las inspecciones que habitualmente se llevan a cabo en el Real y que el Ayuntamiento tiene la obligación de realizar. No obstante, en el caso concreto de la Ley Antitabaco, sería una excepción, pues correspondería a la Delegación de Salud de la Junta controlar su cumplimiento, lo que debería hacerse mediante un plan especial. En el mismo, habría que confirmar que cada caseta coloca en un lugar visible un cartel que indique que está prohibido fumar, algo que «el 20 por ciento de los bares no hace», aseguró Rubén Sánchez, portavoz de Facua Andalucía.

Si la Feria de 2010 estuvo marcada por la nube de ceniza del volcán islandés, que mermó considerablemente las reservas hoteleras por la imposibilidad de los potenciales visitantes de viajar en avión, este año la principal amenaza se ha disfrazado de otro tipo de nubes, las mismas que han frustrado el otro gran evento de la ciudad, la Semana Santa. Los hoteleros han puesto en la Feria todas sus esperanzas para recuperarse de las reservas de última hora que perdieron entonces.

Las previsiones de precipitaciones para el fin de semana de preferia –acertadas– y los primeros días de celebración hicieron tomar a la Delegación de Fiestas Mayores la decisión de posponer la colocación de los farolillos, con lo que se evitan las imágenes de otros años en los que era habitual ver a los operarios reponiéndolos apresuradamente tras cada chaparrón.

Y aunque no es extraño que la lluvia acompañe la fiesta en el Real, es más, es raro el año en que esto no ocurre, con la prohibición de fumar en las casetas en vigor, el agua se convertiría en un impedimento añadido para trasladar la animación a las calles. Los pronósticos meteorológicos anuncian, sin embargo, que el tiempo irá mejorando a medida que avance la semana y las probabilidades de lluvia desaparecen a partir del miércoles. Si la climatología no lo impide, serán habituales en esta edición de la Feria las aglomeraciones a las puertas de las casetas, fenómeno que ya se ha convertido en algo habitual en los bares y discotecas y que coloquialmente se conoce como «cigarrón».

Otra gran singularidad este año en el Real es la coincidencia de la fiesta con el inicio de la campaña electoral –la madrugada del jueves al viernes es la tradicional «pegada de carteles»–, lo que provocó que, hace meses, el Gobierno local encargara un dictamen sobre la legalidad de que los partidos convoquen actos de esta índole en el recinto, sobre el que pesa, según aparece en las ordenanzas de la Feria, una prohibición para albergar publicidad.
No hay noticias del veredicto, pero está claro que las casetas de las distintas formaciones políticas acapararán un gran protagonismo, sobre todo a partir del ecuador de la semana. Si ya de por sí ocurre, este año con más razón. Para el jueves, está anunciada la presencia de Mariano Rajoy, presidente del Partido Popular, que ha escogido Sevilla para inaugurar la campaña.

Campaña de concienciación
Interesante será también comprobar cómo cala en los responsables de las casetas la iniciativa que el Ayuntamiento ha puesto en marcha en colaboración con la Dirección General de Cambio Climático y Medio Ambiente de la Junta para concienciar sobre los efectos de la contaminación lumínica y acústica. La campaña, materializada en folletos con recomendaciones para repartir en el Real, se une a otras medidas adoptadas en los últimos años por el Consistorio encaminadas a favorecer el ahorro energético, como son el adelanto del apagado artístico en una hora, la sustitución de bombillas por otras de menos intensidad y la reducción de las mismas.

Asimismo, presenta dudas la «semiapertura» de la obra del paso soterrado de Bueno Monreal –con gran afluencia de vehículos hacia el Real–, que permitirá el tránsito por parte del viario sin que los trabajos estén finalizados. Ya no habrá que esperar mucho más para resolver ésta y otras incertidumbres. Pero también hay certezas que permanecen inalterables: la manzanilla, el «rebujito», el cante y el baile están –como siempre– garantizados.

Fondo azul «cielo» para una portada innovadora
La principal seña de identidad de la Feria, la portada, no ha permanecido ajena a la innovación que domina esta edición y ha teñido, por primera vez, su fondo de azul –similar al color del cielo–, en un alarde de originalidad que difícilmente dejará indiferente a nadie. Su «leit motiv», la conmemoración del V centenario de la primera circunnavegación de la Tierra –que tuvo lugar de 1519 a 1522 con Sevilla como protagonista– inspiró el diseño de Jacinto Gutiérrez, que resultó ganador de entre 39 propuestas. 183.000 kilos de peso y 52 metros de anchura por 43 metros de altura, con una elevación en cada arco de 11 metros, para dar la bienvenida a los feriantes.