Latina

Amordazada y tirada en el suelo de la cocina de su casa

Eloísa Díaz, de 77 años, fue hallada muerta ayer en su vivienda de Latina

El cadáver fue trasladado al Anatómico para practicarle la autopsia
El cadáver fue trasladado al Anatómico para practicarle la autopsialarazon

MADRID- Aunque su hijo sí tenía una buena posición económica –los vecinos comentaban ayer su flamante coche de alta gama–, ella no aparentaba tener mucho dinero. Un piso sencillo, no era ostentosa en la ropa ni tenía objetos de gran valor en la vivienda, según fuentes cercanas a la familia, ni tampoco era tan cándida como para caer en la trampa de algún timador o ladrón. Pero alguien sabía qué guardaba y dónde y Eloísa le abrió la puerta de su casa, por lo que lo más seguro es que fuera de su confianza. Es la principal hipótesis que baraja la Policía, la del robo.

Los familiares de Eloísa Díaz, de 77 años, comentaron ayer a este diario que la mujer llevaba varios días sin salir de casa porque había sufrido una lesión de cadera. «No era una persona que le abriera la puerta a nadie, no sabemos cómo ha podido ocurrir algo así», declaró ayer un familiar cercano. Eloísa tenía dos hijos, que acudían a su domicilio o la llamaban a diario. Precisamente que ayer no contestara al teléfono ni, más tarde, al telefonillo del portal a su hija, fue lo que hizo saltar todas las alarmas. La mujer llamó inmediatamente al 112 cuando comprobó que tampoco podía abrir la puerta de la vivienda, un octavo piso del número 65 de la calle Luis Vives, en el distrito de Latina.

La llamada entró a las 13:31 horas en la centralita de Emergencias Comunidad de Madrid, como una apertura de puerta al no responder una anciana que se encontraba, supuestamente, en su interior. Por ese motivo, los profesionales enviaron a un equipo de Bomberos del Ayuntamiento de Madrid.

Al abrir por la fuerza la puerta y encontrar a la mujer en el suelo, los Bomberos derivaron la emergencia a los sanitarios del Samur. Acudieron a la vivienda y certificaron que la mujer, de 77 años, se encontraba sin vida, por lo que no manipularon el cadáver. Eloísa se encontraba tirada en el suelo de la cocina, en posición de cúbito supino (boca arriba) y con un trapo que le cubría la boca. El juez de guardia realizó el levantamiento del cadáver sobre las tres de la tarde y su cuerpo fue trasladado por los servicios funerarios hasta el Instituto Anatómico Forense para practicarle la autopsia. Su cuerpo no presentaba, aparentemente, signos de violencia y se cree que la causa de su muerte fue la asfixia a causa del trapo en la boca.

La principal hipótesis que baraja la Policía Nacional –que descarta que se trate de un caso de violencia de género– es el robo, porque la vivienda se encontraba revuelta, según fuentes polciales. Los supuestos ladrones habrían escapado sin hacer demasiado ruido, ya que ningún vecino se percató de lo sucedido. Las mismas fuentes aseguran que Eloísa no llevaría más de 24 horas fallecida, un extremo que confirma la familia.