Sevilla
Cuando el Bernabéu fue sevillista
En la penúltima jornada de la temporada 79-80 el Sevilla derrotó a la Real Sociedad con dos goles de Bertoni y le puso la Liga a tiro al Real Madrid
SEVILLA- El Sánchez Pizjuán vivirá esta noche una situación análo- ga, que no idéntica, a la vivida hace justo 30 años casi día por día. El 11 de mayo de 1980, la media España madridista se convirtió por un par de horas, igual que su- cederá esta noche, en episódica simpatizante sevillista. La Real Sociedad de Alberto Ormaetxea llegó en aquella penúltima jornada invicta al coliseo nervionense. Un empate en Sevilla le ponía el título, el primero de su historia, en bandeja, pues en la última jornada recibía al Atlético de Madrid en Atocha y era impensable un favor de los colchoneros a sus vecinos de La Castellana. Pero una derrota, combinada con la posible victoria del Real Madrid en Las Palmas (1-2, con dos goles de Santillana que le daban la vuelta al marcado por el Puma Morete, que ese verano ficharía por el Sevilla) daba el liderato a los merengues. El actual entrenador sevillista, Antonio Álvarez, vivió ese partido desde el banquillo: no es que lleve tres décadas en el «staff», es que aquella tarde fue suplente.La única diferencia es que entonces el Sevilla nada se jugaba y la directiva de Luis de Carlos hubo de incentivar a los chicos de Miguel Muñoz. La presencia de una leyenda madridista en el banquillo blanquirrojo engrasó las voluntades. Había prima por fastidiar la fiesta a los guipuzcoanos… y si no, ¿cómo se explica que se fichase un portero sólo para jugar ese partido intrascendente? Una sanción hizo que Paco Ruiz Brenes no estuviese disponible y MM no se fiaba de ninguno de los guardametas del filial que se alternaban en las convocatorias. Así, llegó Alejandro Valero, un chico de Meliana, perteneciente a los escalafones inferiores del Valencia, que jamás había jugado en Primera. Fue su debut y despedida, pero se embolsó la suculenta prima que «Superpaco» nunca olió. «Todavía hoy, 30 años después, a Paco le enfada que le recuerden que él no cobró», cuenta uno de los participantes en ese partido.La hemeroteca nos recuerda que Daniel Bertoni, alias «el Terrible», campeón del mundo con Argentina dos años antes, había adelantado a los locales con un disparo lejanísimo que se comió Arconada. Sobre la potencia de disparo su compatriota y socio en la delantera, el «Gringo» Scotta, circulaban toda clase de leyendas: que rompió un larguero de un balonazo, que si había sacado en camilla a varios rivales que osaron ponerse en una barrera cuando iba a lanzar una falta… Pero estaba lesionado y recaía sobre Bertoni la obligación de marcar. Mediada la segunda parte, Zamora empató en probable fuera de juego. Las airadas protestas de los locales hicieron que Soriano Aladrén expulsase a Blanco y a Juan Carlos. Con poco más de veinte minutos por jugar y dos hombres más, la Real se sintió campeona. Cometió el error de sestear y eso lo aprovechó Bertoni para, cogiéndole la espalda a Gaztelu, rematar a gol.El Sevilla cumplió su parte del trato y el Real Madrid, también. La actriz Sonia Bruno, una popular cómica casada con Pirri, el capitán madridista, actuó en Sevilla poco después de ese partido. Ella y su padre hicieron entrega de un maletín con, según las versiones más aceptadas, dos millones de pesetas. El bigoleador, Bertoni, «se iría del Sevilla ese verano con una paga extra porque nos consta que recibió a nuestras espaldas un dinero de más que no repartió», según relata uno de sus compañeros de entonces.
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