PSOE

Malestar en el PSOE con las palabras de González sobre los GAL

Ni una palabra durante la reunión de la Ejecutiva Federal. Las declaraciones del ex presidente del Gobierno, Felipe González, sobre los GAL no alteraron la hoja de ruta de Zapatero en su habitual reunión de los lunes con la dirección socialista. No hubo debate, ni comentario ni análisis sobre las palabras de González que han convulsionado al PP y algún que otro medio de comunicación

Marcelino Iglesias Sec. de Organización del PSOE
Marcelino Iglesias Sec. de Organización del PSOElarazon

Pero es que ni «la guerra sucia», ni Barrionuevo, ni Vera ni el general Galindo tienen que ver con este PSOE que cortó de raíz con todo aquello cuando llegó en 2000 a la calle Ferraz. ¿Rubalcaba? En efecto, es el único vestigio de los años más negros del socialismo contemporáneo que sobrevivió a aquel tiempo. Pero este dato, sostienen en el PSOE «no quiere decir que al hoy vicepresidente político se le pueda vincular con todo aquello». De hecho, es fundamentalmente un medio de comunicación el único interesado en resucitar los GAL y los crímenes de Estado. Y es esto lo que más ha sorprrendido a destacados socialistas: que «Felipe haya dado munición a su principal enemigo, que no fue otro que Pedro J. Ramírez», en un momento en el que su único objetivo es resucitar un pasado que para el actual PSOE es sólo pasado.

En esta misma línea apuntan las reflexiones de otro miembro de la dirección federal que, sin embargo, sostiene que González no midió bien el alcance de sus palabras y además tiró por la borda con ellas otras reflexiones «muy interesantes que hace durante la entrevista», publicada el pasado domingo por «El País». Pero claro, por si alguien no ha reparado en el dato, la entrevista se realizó el pasado septiembre y entonces Zapatero no había nombrado vicepresidente primero a Alfredo Pérez Rubalcaba, quien se ha convertido hoy para algunos en la diana del Gobierno.

Todos estos comentarios fueron de puertas hacia afuera, porque dentro de la Ejecutiva, como henos dicho, nadie se refirió a González ni a sus reflexiones. Sólo al término de la reunión, y a preguntas de los periodistas, el secretario de Organización, Marcelino Iglesias, se refirió al asunto. Y sólo para expresar su respeto por la figura del ex presidente y subrayar que, si algo deja claro González con sus palabras, es que «cuando tuvo dudas en la lucha contra ETA, «actuó siempre de forma totalmente coherente con la ley».

Iglesias se refería a la confesión del otrora presidente de que tuvo la oportunidad de «volar» a la cúpula de ETA y aún hoy se pregunta si hizo o no lo correcto al responder que no.
El secretario de Organización del PSOE afirmó que los socialistas «leemos siempre con respeto» a González, al que calificó de hombre de Estado y al que el PSOE considera de forma «muy muy especial». Por contra, dijo que el PP se pone siempre «muy nervioso» cada vez que González habla.


Rubalcaba: «Yo soy de los que le quieren»
El vicepresidente primero y ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, afirma que «siempre hay gente dispuesta a saltarle al cuello» al expresidente del Gobierno. Rubalcaba reaccionó con esta afirmación a las críticas recibidas a las palabras de González –que ayer se reafirmó en unas declaraciones en Colombia: «Lo que dije es que nunca salí de la duda, de si era lo correcto o no»–. «Suelo leer las declaraciones que hace, me las leo con interés», explicó Rubalcaba, que fue portavoz de uno de los Ejecutivos de González. «Sus declaraciones siempre provocan la misma reacción: hay gente que le odia y digalo que diga, siempre le salta al cuello, y gente que le quiere, y yo estoy entre los segundos».


Los abertzales y la «impunidad del Estado»
La izquierda abertzale, a través de un comunicado, manifestó ayer que las palabras de González constatan «la impunidad con que el Estado español y sus representantes han actuado». Una impunidad que, a su juicio, afecta entre otros al actual ministro del Interior y que «agranda la figura de la resistencia en el proceso de liberación de Euskal Herria. Para la izquierda abertzale, estas palabras representan «la confirmación empírica de lo que miles de ciudadanos de este país ya sabían», que «Felipe González ha tenido la última palabra sobre la decisión de ejecutar todos y cada uno de los asesinatos de Estado cometidos durante su presidencia».