Castilla y León

La agricultura y la ganadería tiran del carro de la Economía regional

El sector primario, es decir, la agricultura y la ganadería, tiraron del carro de la Economía castellano y leonesa en el tercer trimestre del año, con un avance de su valor añadido bruto (VAB) del 4,5 por ciento, como consecuencia de importantes crecimientos en los principales cultivos, y una evolución más favorable del sector ganadero, en particular en la producción cárnica y láctea.

Un ganadero deposita un saco de pienso para alimentar a su vacada
Un ganadero deposita un saco de pienso para alimentar a su vacadalarazon

Así lo destacaba la consejera de Hacienda, Pilar del Olmo, quien explicaba la contabilidad trimestral de Castilla y León correspondiente al periodo comprendido entre junio y septiembre, cuando el Producto Interior Bruto (PIB) aumentó en dos décimas, un progreso parejo al del trimestre previo, del 0,3 por ciento.

Pilar del Olmo remarcó el incremento del VAB en todos los sectores productivos, a excepción de las ramas energéticas y de la construcción, que persisten en su tono contractivo.
Otro sector que también creció fue el industrial, un 1,3 por ciento, que pudo ser mayor de no haberse registrado, por primera vez en un año, un descenso en el capítulo del material de transporte.

Mientras tanto, la construcción continúa en caída libre, si bien su retroceso, del 6,5 por ciento, fue algo menor que en la serie anterior. Pilar del Olmo destacó, en este punto, un crecimiento del 17 por ciento en el número de visados referidos a la dirección de obras y ampliación y reforma de espacios residenciales. Mientras, la obra civil se modera. En cuanto al sector servicios, que supone el 70 por ciento del total, creció por tercer trimestre consecutivo, con un mejor comportamiento del turismo y cierta ralentización de la actividad comercial.
La demanda interna, por otra parte, volvió a contribuir de forma negativa al crecimiento del PIB, lo que quedó compensada con la venta de productos

Más confianza

Con respecto al gasto en consumo final, la consejera destacó que el indicador de confianza del consumidor mejoró entre junio y septiembre, a pesar de la subida impositiva, lo que se transformó en un aumento del gasto del 1 por ciento que no secundaron las administraciones públicas, que lo redujeron un 0,3 por ciento, fruto de presupuestos restrictivos.

En materia de empleo, Pilar del Olmo apuntó que «puede que haya un cambio de tendencia, aunque con todas las cautelas», porque se han creado puestos de trabajo en servicios de mercado y en el sector primario.