La Asociación Pro Guardia Civil recuerda a las víctimas de República Dominicana

Reproducimos a continuación el comunicado íntegro de la APROGC:

«Hoy se cumplen 25 años de aquella matanza, y la Guardia Civil y los guardias civiles siguen luchando con ahínco contra ETA. Es el mejor homenaje que los guardias civiles de hoy podemos rendir a los compañeros que ya no están con nosotros, y desde la Asociación Pro Guardia Civil (APROGC) lo queremos aquí manifestar, alto y claro.

Se cumplen veinticinco años del macabro atentado de ETA en la plaza de la República Dominicana en Madrid, donde doce guardias civiles, jóvenes, con ilusión y toda una vida por delante, fueron vil y cobardemente asesinados. A las 07'50 horas del día 14 de julio de 1986 el comando Madrid de ETA hizo explosionar una furgoneta-bomba al paso de un convoy de la Guardia Civil; además de nuestros compañeros asesinados, otros muchos sufrieron heridas graves y secuelas permanentes. Se trata del atentado terrorista con mayor número de víctimas mortales de los cometidos por ETA contra la Guardia Civil.

En diferentes sentencias, la Audiencia Nacional condenó a los autores materiales del macabro atentado terrorista. Y hoy queremos hacer mención precisamente a una de esas sentencias, en las que el tribunal destacaba lo siguiente: "Los dramáticos resultados de muertos, de heridos mutilados, de destrucción, de macabro pánico causados por la explosión de un coche bomba, que tenía que ser mortal de necesidad, que en todo momento buscaba segar la vida de cuantos más mejor"

La Asociación Pro Guardia Civil (APROGC) expresa el deseo y la exigencia de que todos los actos terroristas tengan su reflejo jurídico, y que ahora y en el futuro se siga persiguiendo judicialmente a ETA y a quienes los apoyan. Y es preciso remarcar esta cuestión porque precisamente este atentado contra nuestros compañeros no es un buen ejemplo de ello. Según las sentencias fueron cuatro los autores directos del atentado, todo ellos fueron condenados a más de 1000 años de prisión. Sin embargo, la situación actual de los autores de tan macabro atentado no puede ser más desalentadora:

Antonio TROITIÑO ARRANZ preparó el vehículo-bomba y acción el mando a distancia que produjo la explosión. En la actualidad se encuentra en paradero desconocido, después de que un incomprensible error judicial le pusiera en libertad.

José Ignacio DE JUANA CHAOS compra la furgoneta, confecciona el artefacto explosivo y conduce el vehículo de huida. Actualmente se encuentra en paradero desconocido, tras ser imputado por enaltecimiento del terrorismo. Durante el pasado proceso de negociación ETA-Gobierno fue triste protagonista tras salir airoso en su chantaje a la sociedad.

Juan Manuel SOARES GAMBOA prepara el vehículo-bomba y lo coloca en el lugar del atentado. En la actualidad se encuentra en libertad. A pesar de haber sido condenado por estos hechos, su condición de arrepentido le ha permitido vivir tranquilamente en su casa desde hace varios años.
Idoya LÓPEZ RIAÑO: prepara el vehículo-bomba y lo coloca en el lugar del atentado. Es el único autor directo del atentado que aún se encuentra en prisión.

En definitiva, de los autores materiales del atentado solo uno de ellos permanece en prisión. Pero lo más indignante es que dos de los autores materiales apenas si cumplieron la pena correspondiente a un solo asesinato y además en la actualidad se hallan huidos de la justicia. Esta situación no es, desde luego, un reflejo jurídico apropiado, ni por supuesto moralmente tampoco, a las atrocidades cometidas por los autores del atentado.

La Asociación Pro Guardia Civil (APROGC) quiere reivindicar la memoria de las víctimas de este atentado, de los guardias civiles que murieron y de aquellos que sufrieron secuelas. Y estará especialmente vigilante para que se respete la memoria y también la justicia material y moral, para que no se repitan casos como el de los autores de este atentado, que no han cumplido ni con una mínima parte de lo que en justicia les hubiera correspondido. Desde APROGC hacemos un llamamiento a todas las instituciones para que, en estos momentos de extrema debilidad de ETA, no se baje la guardia en la lucha contra el terrorismo y para que no haya ninguna víctima sin amparo social, judicial y político.»