Di María tiene truco

MADRID- Ángel di María es verticalidad, velocidad, profundidad, electricidad, el centro medido, el pasador por excelencia, el desequilibrador, el juego del «potrero», el reflejo de Alves cuando el fútbol se desvía hacia el teatro. El «Fideo» era pieza esencial en el equipo que Mourinho iba a enfrentar esta noche al Barcelona. Su entrenador lo sabe, por eso aceleró su recuperación, por eso el lunes, «al comienzo del entrenamiento, Di María forzó y volvió a romperse», cuentan. No obstante, el técnico le incluyó en la convocatoria. Pensaba hacerlo aunque el «Marca» no le hubiera reventado el secreto. El argentino, futbolista que inclina la balanza, sería pieza básica en la medicina que el Madrid pretende recetarle al Barça: presión arriba y no dejar pensar a sus «cerebros».
Cuando ayer por la mañana llegaron los jugadores del Madrid a Valdebebas, hubo caza de brujas. Fueron los futbolistas quienes «motu proprio» indagaron en busca del chivato. Mourinho deplora las filtraciones y persigue a los infractores. En esta ocasión, quien se fue de la lengua no viste de pantalón corto. Sea como fuere, y si las fuentes no nos han intoxicado, «Mou» se tiró ayer un farol en la sala de prensa cuando incluyó a Di María entre los convocados. Es más, para no dar su brazo a torcer, sería capaz de sentarle en el banquillo... Claro que también puede haber recuperaciones milagrosas. No es probable en el caso del «Fideo», si es cierto que está roto; pero no hace tanto tiempo que el Barcelona dejó perplejos a los integrantes de Osasuna cuando por la mañana anunció la gripe de Messi y por la noche le alineó Guardiola en el segundo tiempo. No parece que sea este el caso del compatriota de la «Pulga». Di María está lesionado, bien que lo siente el Madrid.