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Julio José se casará en noviembre por Jesús Mariñas

Julio José y Charisse, en una de sus últimas apariciones públicas
Julio José y Charisse, en una de sus últimas apariciones públicaslarazon

Mantiene en secreto el escenario del matrimonio, pero se sabe que será en uno de los tres palacios que el marqués de Griñón, antaño padrastro del contrayente, tiene en las cercanías madrileñas dedicados a bodas y banquetes. Ahora los dirige Tamara, que también se encarga de poner en marcha toda la parafernalia nupcial de su hermanastro con Charisse. Ya era hora tras muchos anuncios y sucesivos aplazamientos. Creo que incluso ya está pactada, o más bien vendida, la portada del 12 de noviembre de una revista, lo que hace suponer que se unirán la primera decena del mes. Ella irá vestida de Pronovias, a la que presta su fina imagen de vez en cuando, algo curioso, ya que es Tamara la que actualmente vende el Aire de Rosa Clará. Sigue la guerra, combate y disputa entre las grandes firmas de vestidos nupciales, mientras que la empresa y las modelos de Alberto Palatchi aparecen cada semana en uno de los programas norteamericanos dedicados al tema.
Volviendo a Julio José, los novios quieren montar algo importante, porque cuanto más famoseo concurra, más alto será el precio de venta de la exclusiva. «A tanto por bicho», solemos comentar en la profesión. Y, a parte de Isabel Preysler, que amadrinará a su hijo mayor, lo más probable es que también acudan Chábeli, Enrique y los cinco hijos rubitos de Julio Iglesias con papá incluido, porque la ocasión lo merece, aunque la verdad es que tiene una relación prácticamente inexistente con sus vástagos mayores. Fueron los que vivieron en la distancia su separación de Isabel. Los exiliaron, con la excusa de protegerlos, para quitárselos de encima. Julio argumentó que estarían mejor a 6.000 kilómetros de distancia y acabó instalándolos en Bay Popint ocupando la casa que Alfredo Fraile y María Eugenia habían montado con gusto exquisito. Tenía una biblioteca –me parece estar viéndola– decorada con grabados de Dalí, un obsequio de Enrique Sabater, entonces mano derecha del genio. También colgaban buenas obras de Cuixart, facilitadas a precio de taller por Ramón Galisteo.
Al enlace puede que asista más familia, como Manuel y Sandra Falcó, fruto del primer matrimonio de Griñón con la áspera Jeannine Girod luego reconvertida en eterna pareja, pero sin llegar a la vicaría. La dejó engatusando a Nati Abascal, que no se había visto en nada parecido. Supondrá confrontación, contraste de razas y educaciones, momento para diferenciar a Tamara de Ana Boyer y evidenciar su cordialidad, más que sanguínea. Será el bodón del año, buen cierre de la campaña sentimental, mientras Diego Osorio seduce a Eugenia Silva, nuestra top más internacional, aunque Nieves diga lo contrario. Ya quisiera ella.